Estamos en el principio del nuevo ciclo político, iniciado en Catalunya tras las últimas eleccio- nes autonómicas y en España tras las recientes elecciones legislativas.
En Catalunya, el nuevo gobierno surgido del pacto tripartito entre PSC, Esquerra e IC-Verds, ha supuesto el fin de una larga etapa de hegemonía de gobiernos de CiU, bajo la presidencia de Jordi Pujol, y ha implicado la conformación de una alternativa de gobierno cuya acción se halla aún en sus albores.
En España, el resultado electoral ha comportado el fin de un período de ocho años de gobierno del Partido Popular, bajo la presidencia de José María Aznar, y el acceso al poder del Partido Socialista.
Esta doble renovación parlamentaria, que constituye en si misma un hecho de gran rele- vancia, coincide con una coyuntura nacional e internacional que otorga una trascendencia histórica al momento actual, lleno de posibilidades pero, también, de incertidumbres. Es habi- tual, por ello, hallar frecuentes referencias -en todo tipo de foros y debates- a la necesidad urgente de conformar un nuevo orden mundial, así como a la oportunidad de desarrollar y ahondar en la mejora de nuestras instituciones.
