El Cercle d’Economia acogió la presentación del libro “El agente suizo. Fuga de capitales en la España de Franco”, del historiador Enrique Faes, publicado por Galaxia Gutenberg. La obra narra la historia de George Rivara, un agente bancario suizo que, en la España de finales de los años cincuenta, facilitaba la fuga de capitales hacia Suiza en plena dictadura franquista. A través de su trayectoria, Faes reconstruye uno de los episodios menos conocidos de la historia económica reciente, donde se cruzan la represión política, la cultura del secreto financiero y la debilidad de las instituciones fiscales.
El editor del libro Joan Tarrida presentó el acto, en el que tuvo lugar un diálogo entre el autor Enrique Faes y el historiador Nicolás Sesma. Nicolás Sesma destacó la relevancia del libro para entender las raíces de la corrupción en la España moderna: “Durante mucho tiempo se dijo que durante la dictadura había habido pocos casos de corrupción. Claro, yo me pregunto: en una situación sin prensa libre y sin verdadera independencia judicial, ¿hasta qué punto se puede afirmar eso?” Su reflexión sirvió de punto de partida para un diálogo sobre los límites de la transparencia y la relación entre poder económico y poder político en contextos autoritarios.
La investigación de Enrique Faes se apoya en una documentación excepcional. Como explicó el autor, el núcleo de la obra se basa en el sumario judicial completo del caso Rivara, custodiado en el Archivo General de la Administración, en Málaga. “La auténtica joya documental que está detrás del libro —afirma Faes— son las veinte cajas que contienen el sumario judicial íntegro del caso Rivara, un material que nos permite ver cómo se gestionaba la represión económica y cómo funcionaba la maquinaria administrativa del régimen.”
El caso Rivara pone de manifiesto la existencia de una compleja red de intermediarios financieros que ayudaban a transferir fondos desde España a Suiza en un contexto donde esa práctica era ilegal, pero socialmente tolerada. Faes describe cómo su protagonista, un empleado bancario suizo, viajaba con regularidad a Barcelona y Madrid para atender a clientes españoles —empresarios, deportistas o directivos de clubes— que buscaban poner a salvo su dinero o disponer de divisas. Las motivaciones eran diversas: desde la desconfianza en el Estado hasta necesidades más prácticas, como pagar estudios en el extranjero o financiar operaciones médicas.
A través de este microcosmos, “El agente suizo” ofrece una mirada crítica sobre la cultura fiscal española y sobre cómo la arbitrariedad del sistema franquista consolidó hábitos de evasión que pervivieron durante décadas. Faes señala que el régimen exacerbó los vicios del sistema tributario: la falta de equidad, la discrecionalidad en la aplicación de las normas y la tolerancia social hacia las infracciones. El caso Rivara, además, ilustra cómo la corrupción no era un fenómeno aislado, sino un componente estructural del modelo económico de la época.
El debate posterior permitió conectar esta historia con cuestiones más amplias sobre la confianza en las instituciones y la cultura del cumplimiento fiscal en España. Faes recordó que el franquismo fue uno de los últimos regímenes de Europa Occidental donde los ciudadanos apenas pagaban impuestos directos, lo que reforzó la idea de que eludir las normas económicas era una práctica legítima.