La reelección de Donald Trump ha redefinido el tablero político y económico en Estados Unidos. Michael Kruse (Politico) subraya que su transición hacia el segundo mandato está marcada por un control más riguroso y la elección de leales en puestos clave, lo que refleja una estrategia más madura y calculada. Esta nueva etapa también muestra una consolidación de su poder en el Senado, como se ve en la probable confirmación de sus nombramientos, a pesar de las controversias. Jeff Greenfield (Politico) explica cómo puede ser que superen la votación en el Senado. Sobre la polémica de los candidatos de Trump, muy a menudo relacionada con acusaciones de abusos sexuales, habla Gail Colins (New York Times), que lo relaciona con el papel de la mujer en la política americana.
Los progresistas, por su parte, tratan de adaptarse, también, a la nueva realidad con una estrategia innovadora que nos explican Otterbein, Gibson y Lee Hill (Politico) y que implica apoyar ciertas propuestas de Trump. Mientras tanto, Joe Biden afronta el último tramo de su mandato. Primeramente, con un dilema personal y político sobre un posible indulto a su hijo Hunter (Ankush Khardori - Politico). En el plano internacional intenta dejar huella con la consecución de una tregua en el Líbano conseguida gracias a su mediación y que, según Peter Baker (New York Times), el presidente aspira a que lleve la paz a la región.
Tres apuntes rápidos sobre la tregua: Zilber y Shotter (Financial Times) intentan explicar por qué Netanyahu lo ha aceptado. Hubbard hace lo mismo con Hezbollah (The New York Times) y Richard Hass (Project Syndicate) ve una nueva oportunidad para la región en el encaje que se ha encontrado entre diplomacia internacional y compromisos regionales.
Aún en el capítulo internacional, Ucrania también atrae todas las miradas desde la elección de Trump (The Economist). Anne Applebaum (The Atlantic) cree que Vladímir Putin no busca sólo territorio sino la destrucción de Ucrania como nación. Para Alec Russell (Financial Times) el nuevo presidente, sin embargo, podría sorprender empujando hacia un alto el fuego con fronteras provisionales similares al modelo coreano.
La imprevisibilidad definirá la agenda internacional de Trump en este segundo mandato, cree Edward Luce (Financial Times). Gillian Tett (Financial Times) apunta que, a pesar de las tensiones comerciales y geopolíticas, la globalización evoluciona hacia un mundo multipolar, con flujos globales más diversificados que reducen el protagonismo de Estados Unidos. Al mismo tiempo, Mohamed ElBaradei (Project Syndicate) alerta de que la crisis del multilateralismo y las vulneraciones del derecho internacional ponen en riesgo la paz global.
Finalmente, el segundo mandato de Donald Trump promete transformar, también, el panorama económico y comercial global (The Economist). En esta línea va el anuncio del aumento del proteccionismo, que se materializa con el anuncio de nuevos aranceles del 25% en México y Canadá y del 10% en China, justificados por la inmigración ilegal y el tráfico de drogas (Aime Williams - Financial Times). Alan Beatie (Financial Times) hace propuestas para convivir con estas nuevas políticas económicas. Marieke Blom (Financial Times), por su parte, se muestra optimista y cree que los efectos podrían ser menos dramáticos de lo previsto.
Según Olivier Babeau y Gregoire Verdeaux (Politico), el giro hacia un comercio más regulado, impulsado por el proteccionismo de Trump, está generando respuestas mixtas en la Unión Europea, que intenta mantener acuerdos como Mercosur a pesar de las tensiones internas. Una Europa que también enfrenta retos internos significativos. La victoria del candidato de extrema derecha Călin Georgescu en Rumanía, un candidato pro-ruso, ha generado preocupación en la UE y la OTAN, mientras que las audiencias para los nuevos comisarios europeos reflejan tensiones políticas internas y un escrutinio riguroso fruto de la fuerza de la derecha extrema en la cámara y la correlativa polarización (ambos análisis en Politico). Mientras Trump redefine el panorama global, Liane Schalatek (Project Syndicate) denuncia la falta de compromiso hacia los retos globales prioritarios como el fracaso en la financiación climática. Por su parte, Katharina Pistor, también en Project Syndicate, alerta de que el capitalismo contemporáneo está erosionando las bases de la democracia, evidenciado por la elección de un Trump que simboliza el descontento con el orden neoliberal actual. La vuelta del expresidente no revoluciona el panorama global por sí misma, sino por todo lo que lleva implícito su elección.
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