¿Cómo deben participar las empresas y las organizaciones sociales en el debate público? ¿Qué papel tienen en las democracias consolidadas? ¿De qué manera podemos sumar a la ciudadanía en las grandes transformaciones económicas?
La incidencia pública se ha convertido en un nuevo superpoder para las organizaciones. Esta práctica empresarial, consolidada en el mundo anglosajón y practicada en España por el tercer sector, lleva años demostrando que cualquier gran cambio debe ser contrastado y validado por la opinión pública y los grupos de interés. Sólo así se conseguirá generar un impacto positivo en la sociedad, promoviendo una visión más integradora y colaborativa para afrontar los desafíos actuales y futuros.
En el libro "Incidencia pública. El poder en el siglo XXI", la primera guía sobre incidencia pública en castellano, el politólogo Nacho Corredor y el economista Adrian Jofre Bosch proponen una aproximación para liderar este proceso de enorme trascendencia. Hablamos con ellos, el consejero de Derechos Sociales de la Generalitat de Catalunya Carles Campuzano, la CEO de Savills Barcelona Anna Gener y el director general del Cercle d’Economia Miquel Nadal en una conversación en el Cercle d’Economia.
El director general del Cercle d’Economia Miquel Nadal ha dado la bienvenida al acto alabando el título del libro: "la traducción de advocacy por incidencia representa una buena y poliédrica síntesis". También ha destacado que "se nota que es un libro escrito por practitioners y por jóvenes" y lo ha calificado "de oportuno y útil". En este sentido ha explicado que "vivimos un momento de desigualdades crecientes y eso supone grandes cambios en la forma de hacer de los diferentes actores sociales y políticos, haciendo que no baste con los impuestos para conseguir una distribución razonable de la renta y se plantee la regulación ex ante". Nadal ha subrayado la "reivindicación que hace el libro de un nuevo pacto social, algo que se ha defendido también desde el Cercle". Por otro lado, el director general del Cercle ha apuntado que los cambios que estamos viviendo también llevan a un cambio en las empresas, que van más allá de ganar dinero. Finalmente, ha mencionado el cambio tecnológico que "ha empoderado mucho a los individuos", lo que no quiere decir necesariamente que tengan incidencia.
A continuación, el consejero de Derechos Sociales de la Generalitat de Catalunya Carles Campuzano ha defendido que el libro es "una receta práctica para construir estrategias que aborden y resuelvan problemas y un ejercicio de decodificación de lo público entendido como todo lo que compartimos". Campuzano ha afirmado que "lo que se puede aportar en la incidencia publica no es tanto facilitar el acceso sino construir una estrategia para abordar un problema". En este sentido ha recordado que "sorprendentemente, hay mucha gente del mundo empresarial que tiene muy poco conocimiento de cuál es el proceso de decisión política". También ha querido poner énfasis en que "el libro es sobre todo una defensa afianzada del pluralismo ideológico, la necesidad de renovar el contrato social y de la negociación como principios democráticos básicos".
Seguidamente, la CEO de Savills Barcelona Anna Gener ha asegurado que "las empresas tenemos que ir mucho más allá de cuidar a los accionistas, al equipo humano, a los clientes y a los proveedores y conectarnos con los retos y el sentir de la sociedad". Gener ha añadido que "las empresas que no estén en esta línea serán irrelevantes a corto plazo porque les costará captar el mejor talento y por tanto tener los mejores proyectos". También ha afirmado que "el libro es un grito de alerta de un cambio de paradigma, definitorio del siglo XXI, según el cual las organizaciones deben tener una incidencia pública entendida como la voluntad de aportación y de generación de un impacto positivo en la sociedad". Además ha querido destacar tres aspectos del libro según los cuales "incidir públicamente es un derecho y un deber, así como que quien tiene capacidad de incidencia pública tiene poder si, y sólo si, tiene un impacto positivo en la sociedad". Finalmente, Anna Gener ha concluido afirmando que "tenemos que tener incidencia pública no solo para que nuestra organización no se convierta en irrelevante en el corto plazo ni para que el tejido empresarial sea mejor, sino porque así conseguiremos una mejor sociedad".
El economista y coautor del libro Adrian Jofre Bosch, ha querido iniciar su intervención agradeciendo al Cercle d’Economia el facilitar la presentación del libro y ha afirmado que "el Cercle nos explica, nos conecta con la historia y nos proyecta hacia el futuro". Jofre Bosch ha subrayado que "alinear el objeto y el objetivo social de la empresa es la mejor estrategia de negocio" y ha añadido que "el poder cada vez es más contextual" y por ello "es importante que en las empresas haya personas que sepan leer lo que pasa fuera de la empresa". También ha añadido que "las empresas tienen derecho a participar socialmente". Además ha alertado de que "hay muy pocos espacios de socialización entre las élites empresariales y políticas" y ha apuntado que "hay una gran diferencia entre la élite empresarial catalana y la de Madrid, siendo la de aquí más vinculada a la preocupación hacia los trabajadores".
El politólogo y coautor del libro Nacho Corredor, ha asegurado que "el libro comparte una visión de la relación entre el mundo público y privado", una distinción que cada vez tiene menos sentido porque "lo privado es más público y lo público no se explica sin lo privado". Corredor ha explicado que el libro es "un llamamiento a la atención para que se exprese más el compromiso de nuestras élites y también a las propiedades y los directivos de las empresas para que miren hacia fuera de las compañías, así como a la ciudadanía para que participe socialmente". También ha destacado que "no hay ninguna gran transformación que se pueda hacer hoy sin la visión y el diagnóstico compartido del mundo público y privado", añadiendo que "uno de los problemas que nos encontramos para abordar las transformaciones necesarias tienen que ver con la desconfianza entre los mundos público y privado, lo que seguramente tiene que ver con la falta histórica de espacios de socialización entre estos ámbitos".