Las principales economías empiezan bien el año
El Cercle d'Economia, junto a CaixaBank Research, ofrece cada mes una breve análisis de la situación económica global.
Buena evolución de los PIBs en el 1T en las economías avanzadas. En EE. UU., el PIB creció un 0,4% intertrimestral en el 1T 2024, algo por debajo de lo que sugerían los indicadores adelantados, pero, en cualquier caso, un dato que muestra una economía dinámica. En la eurozona, el PIB creció un 0,3% intertrimestral, superó las expectativas tras haber caído en los dos trimestres anteriores, y sitúa su avance interanual en el 0,4%. Tras la publicación de estos datos, las previsiones de CaixaBank Research, que prevén un crecimiento ligeramente superior al 2% para EE.UU. y cercano, pero inferior, al 1% en la eurozona, se mantienen bastante equilibradas.
La economía china aguanta, pero los riesgos persisten. El crecimiento del PIB sorprendió en positivo en el 1T, con un avance intertrimestral del 1,6% (vs. 1,2% en el 4T 2023), pero no todo fueron buenas noticias. La aceleración se explica, sobre todo, por el impulso de la inversión. En cambio, el consumo sigue dando señales de debilidad y los indicadores de actividad muestran una desaceleración en el inicio del 2T que podría acentuarse en los próximos trimestres a medida que el impulso de las medidas de apoyo tomadas los últimos trimestres vayan perdiendo fuerza.
La inflación sigue preocupando en EE. UU. La publicación del dato del PIB mostró la fuerza del consumo estadounidense y de las presiones inflacionistas internas, con un ascenso del deflactor del PIB del 1,6% al 3,1% interanual, y de la inflación núcleo del índice PCE, que aumentó del 2,0% al 3,7%. En cambio, en la eurozona la inflación general se situó en el 2,4% en abril, mientras que la núcleo bajó hasta el 2,7% y alcanzó un mínimo desde febrero de 2022. Destaca la desaceleración de los precios de los servicios hasta el 3,7% y la moderación sostenida de la inflación de los bienes industriales.
El BCE empezará a bajar tipos en junio, y se mantienen los interrogantes alrededor de la Fed. Con el descenso de la inflación, el BCE ha reforzado la expectativa de que empezará a bajar tipos en junio, pero también ha reiterado que los siguientes pasos dependerán de la evolución de los datos, y no de lo que haga la Fed. De momento, todo apunta a que este año podría realizar 3 bajadas. Por su parte, la Fed se ha mostrado preocupada por la resistencia de las presiones inflacionistas, pero ha descartado aumentos de tipos. La incógnita se centra en cuando va a empezar a bajar tipos. Los mercados sitúan el primer movimiento entre setiembre y noviembre de este año, y debaten si realizará uno o dos descensos este mismo año.
La economía española superó las expectativas más optimistas y en el 1T 2024 el crecimiento intertrimestral alcanzó el 0,7%. En gran medida, el crecimiento se apoya en el sector exterior y, más concretamente, en el fuerte tirón de las exportaciones de servicios, que crecieron un 11,1%. También destaca el paso adelante de la inversión, tanto en construcción como en bienes de equipo, con crecimientos del 3,0% y del 3,7%, respectivamente. El consumo de los hogares no sorprendió y, de acuerdo con los indicadores disponibles, como el monitor del consumo en tiempo real de CaixaBank Research, mantuvo un ritmo de avance modesto, con un crecimiento del 0,3%. De todas formas, dada la situación financiera de los hogares, que presentan una tasa de ahorro superior a la habitual, el margen para que el consumo aumente el ritmo de crecimiento los próximos trimestres es amplio. Ello podría suceder cuando el BCE baje los tipos de interés y los hogares perciban que el ciclo inflacionista llega a su fin. El mejor comportamiento de la economía en el arranque del año, junto con los distintos factores que lo están impulsando, obligará a mejorar el escenario de previsiones. El escenario de CaixaBank Research actualmente prevé un crecimiento del 1,9% para 2024. Pero tras la publicación de estos datos, este año el crecimiento de la economía española podría acercarse al 2,5%.
La disparidad entre sectores se va reduciendo. Los fuertes shocks que sufrió la economía española entre 2020 y 2023 han tenido un impacto muy dispar sobre los distintos sectores, lo cual aumentó la dispersión de la evolución de la actividad. A medida que estos shocks se han ido absorbiendo, el comportamiento de los sectores está siendo cada vez más homogéneo. El Semáforo sectorial de CaixaBank Research muestra que, en los primeros meses de 2024, alrededor de un 60% de los sectores están manteniendo un crecimiento estable. De hecho, en el conjunto de 2024, no se esperan contracciones en el VAB de ninguno de los sectores. Entre los sectores para los que se espera un mayor ritmo de crecimiento en el bienio 2024-2025 destacan los ligados a la transición digital (como las tecnologías de la información y la comunicación, y los servicios profesionales) o sectores en los que España despunta por su elevada competitividad (como el farmacéutico o el turístico). Al otro extremo, la industria textil y la papelera son los sectores que mostrarían un crecimiento más moderado.