El colapso del Silicon Valley Bank y el Signature Bank, así como el rescate del First Republic han encendido todas las alarmas económicas en Estados Unidos. Paul Krugman (New York Times) remarca la trascendencia del colapso bancario. Una situación que, en parte, viene, a ojos de Charles W. Calomiris (Politico), por ignorar las lecciones de la Gran Depresión de hace noventa años. Para el Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz (Project Syndicate) era una quiebra previsible. Martin Wolf (Financial Times) mira hacia el futuro y propone cuatro vías para hacer frente a las consecuencias del colapso.
Una preocupación para el sistema bancario que se extendió por Europa días más tarde con el colapso del Credit Suisse. Izabella Kaminska (Politico), relata los diez días que hicieron entrar al sistema financiero mundial en shock entre las caídas de las tres entidades. Martin Arnold (Financial Times) cree que existen motivos para preocuparse por el sistema bancario europeo.
Muchas son las dudas sobre las consecuencias de los colapsos, por eso Project Syndicate ha realizado este especial con Harold James, Simon Johnson, Stephen S. Roach, Kenneth Rogoff, y Anne C. Sibert sobre el impacto que podría llegar a tener. Por el momento, los reguladores financieros como el Banco Central Europeo y la Reserva Federal no han alterado el rumbo previsto para combatir la inflación pese a los problemas bancarios y han mantenido la subida de tipos. David Leonhardt (New York Times) apunta los motivos de esa decisión. Michael R. Stain (Project Syndicate) ve acertado que la FED no altere su rumbo. En cambio, Mohamed El Erian (Financial Times) pedía una reformulación en las políticas de estas entidades.
El colapso bancario llega a occidente en un momento clave para las relaciones diplomáticas del mundo globalizado, pues Xi Jinping y Vladimir Putin se reunieron esta semana. Gideon Rachman (Financial Times) busca explicar el significado del encuentro. Una relación que, a ojos de Mark Hannah (Politico), debería seguir de cerca a Joe Biden en coordinación con Ucrania. Y es que las relaciones entre China y Rusia suponen una peligrosa amistad, a ojo del comité editorial del Financial Times. Y, quién sabe, si podría generar otros colapsos.