El reto migratorio de la Cataluña de los 8 millones, a debate en el Cercle

La inmigración en los países avanzados se ha disparado en los últimos años y está condicionando de forma significativa el debate político, económico y social. Más allá de la pura dimensión cuantitativa, la inmigración es vista como una solución natural al déficit de natalidad y también como un reto para las políticas de integración social. Para abordar este fenómeno, el Cercle d’Economia organiza el ciclo "La inmigración en los países avanzados: ¿problema o solución?" centrado en la percepción de la inmigración, la realidad de su impacto y las políticas para gestionarla.

En la segunda sesión del ciclo, con el título "Somos 8 millones... y ahora ¿qué?", se hizo un retrato de la actual demografía del país y del papel que juega la inmigración. El consejero de Derechos Sociales de la Generalitat de Catalunya Carles Campuzano y el director del Centro de Estudios Demográficos Albert Esteve protagonizaron el acto, moderado por la miembro de la Junta Directiva del Cercle d’Economia Rita Almela y presentado por el director general del Cercle Miquel Nadal.

Albert Esteve, director del Centro de Estudios Demográficos

El director del Centro de Estudios Demográficos Albert Esteve destacó que no habían vivido nunca antes más habitantes "en este rinconcito del planeta" y añadió que "somos 8 millones principalmente gracias a la inmigración internacional, ya que paradójicamente no se había producido nunca un crecimiento natural tan bajo, es decir, una diferencia tan grande entre las defunciones y los nacimientos". Esteve explicó que "este año el país ha recibido unos 140.000 habitantes más, uno de cada cuatro que han llegado al estado español" y recordó que "el INE prevé que la próxima década llegarán a España 5 millones de personas, un 25-30% de los cuales radicará en Cataluña". "Si esta proyección se mantiene, en 10 o 15 años seremos 9 millones y podemos ser la región más poblada del estado", subrayó.

Según el director del CED, "el peso de la inmigración entre la gente joven es mayor que nunca" y apuntó que "la inmigración en nuestra casa es muy diversa en origen, acceso a la nacionalidad, estructura de edad, género o implantación en el territorio". Y aportó un dato significativo: "a principios de los 2000, la intensidad migratoria en Cataluña fue superior a la de estados Unidos". En relación con la natalidad, Albert Esteve apuntó que "dos de cada tres bebés que nacen son de madres de origen extranjero", pero que, aún así, Cataluña sigue teniendo "la tasa de fecundidad en la uci".

Carles Campuzano, consejero de Derechos Sociales de la Generalitat de Catalunya

Por su parte, el consejero de Derechos Sociales de la Generalitat de Catalunya Carles Campuzano destacó que los cuatro principales retos de su departamento, pero también de la Generalitat y del país, "tienen que ver con la demografía" y habló de “el envejecimiento; una pobreza que no acabamos de erradicar; los problemas de emancipación de los jóvenes y las bajas tasas de fecundidad, y la necesidad de unos servicios sociales que respondan a las transformaciones de la sociedad".

Según el consejero Campuzano, los bajos índices de fecundidad muestran un "malestar" porque las encuestas también señalan que la gente sí querría tener hijos y acaba teniendo menos de los que querría. En relación al envejecimiento, el consejero de Derechos Sociales recordó que "habrá que tener muy presente una franja de población superior a los 85 años que será más numerosa".

Campuzano afirmó que "somos una nación de inmigrantes, pero para seguir siendo nación, debemos potenciar la cohesión social y el fortalecimiento del sentido de pertenencia en torno al concepto del vivir juntos". "No es evidente pero será posible", aseguró. El consejero de Derechos Sociales lamentó "el bajísimo porcentaje del PIB que España destina a las políticas sociales" y reiteró "la necesidad de una mejor financiación" para gestionar el impacto de la inmigración en el sistema educativo, el mercado de trabajo o el funcionamiento del sistema sanitario”.