Reunión Cercle d’Economia 2023 – Sesiones del miércoles, 31 de mayo

Miércoles, 31 de mayo

MESA REDONDA SOSTENIBILIDAD. Infraestructuras y tecnologías críticas

Sesión moderada por Carmina Ganyet, vocal de la Junta Directiva del Cercle d’Economia

Beatriz Corredor, presidenta de Redeia

Marc Murtra, presidente de Indra

Ángel Simón, presidente de Agbar y senior vicepresidente Iberia & Latam Veolia

En su voluntad de contextualizar la sesión, Carmina Ganyet, vocal de la Junta Directiva del Cercle d’Economia, se refirió a los "retos de España y Europa en ámbitos estratégicos como son las infraestructuras y la tecnología" que, indicó , “deben permitir construir un futuro sostenible, más autosuficiente y con una economía descarbonizada”. Situó el debate en las coordenadas de los grandes proyectos, la reindustrialización de Europa y la colaboración público-privada, antes de dar paso a los tres ponentes.

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En materia de grandes proyectos renovables, Beatriz Corredor, presidenta de Redeia, apostó por seguir estableciendo España como el “motor renovable de Europa” y conseguir una energía “limpia, segura y sostenible”. Refirió cuatro infraestructuras a desarrollar: impulso de una red eléctrica segura sin disminuir la calidad e integrando de forma masiva energías renovables; obligación de distribuir el sistema para que todo el territorio peninsular tenga la misma calidad de servicio, lo que en su opinión pasaría, sobre todo, por reforzar la conectividad de las Islas Canarias; interconexión con Francia a través del golfo de Vizcaya; y reforzamiento de la capacidad española para recibir y enviar energía a Europa. Sobre estas cuatro, indicó que "el tiempo que se requiere para desarrollarlas es muy justo" y, a la vez, apuntó que la innovación, la tecnología y la regulación representan los "tres retos clave" en el sistema redistributivo actual, donde los consumidores también son productores y donde es necesario aprovechar las energías renovables lo máximo posible.

Del agua a la seguridad europea

En su turno de palabra, Ángel Simón, presidente de Agbar y senior vicepresidente Iberia & Latam Veolia, puso el foco en la tríada “innovación, tecnología y conocimiento” para identificar “cuáles son” los recursos hidráulicos de los que dispone el territorio y “cómo deben suministrarse” en función de las necesidades. Simón abogó por la necesidad de que el consumo agrícola y el consumo ciudadano "no entren en competencia" y que esto es posible con la "reutilización" (en España se regenera y reutiliza, gracias a las depuradoras, un 12% de agua, precisó). Afirmó que "las ciudades pueden ser perfectamente autosuficientes si se gestionan bien los recursos y si se toman las decisiones correctas".

Por su parte, Marc Murtra, presidente de Indra, expresó que en el ámbito de la seguridad sobre todo es necesario poner el énfasis en la tecnología. "Si España quiere participar en las decisiones en la seguridad europea, necesita una autonomía estratégica, es decir, la capacidad tecnológica para dar respuesta a las situaciones de crisis", postuló. Pero la realidad, tal y como afirmó Murtra, es que hoy en día “no hay ningún país europeo que tenga esta capacidad en lo que respecta al ámbito naval, aéreo, submarino y terrestre” y que, en consecuencia, es necesario “ una mayor coordinación con Europa y una mayor innovación tecnológica en España”.

Por una Europa (re)industrializada

En un segundo bloque de la sesión con foco en la apuesta por la reindustrialización de Europa que, en el caso de España, pasa por lo que la moderadora llamó la “autonomía de materiales”, Marc Murtra vinculó el impulso de la reindustrialización a un par de factores: el suministro de material y tecnologías dentro del perímetro europeo y la consecución de más alianzas entre países y entre grandes, medianas y pequeñas empresas europeas. A fin de que estas alianzas puedan llegar a buen puerto, es necesario “voluntad política, pactos serios, recursos y confianza”, detalló.

Ángel Simón insistió de nuevo en la "necesidad de la innovación" para la industrialización de España en relación con Europa. Su receta pasaría también por “cooperar y colaborar” en el entorno europeo por ser “autosuficientes y competitivos” en el resto de los mercados. En relación con el sector del agua manifestó que "España necesita vertebrar como eje de su política, el agua", ya que, según el presidente de Agbar, "todo pasa por el agua" en la economía española.

En ese mismo ámbito de la reindustrialización pero desde la perspectiva de la transición energética, Beatriz Corredor estableció como objetivo la descarbonización basada en renovables, para la que se necesitan fuentes de energía renovables que requieren muchos más materiales para el desarrollo del su potencial de generación que las fuentes tradicionales. En coherencia con este razonamiento, la presidenta de Redeia estableció la necesidad de invertir en la obtención de esos recursos y tecnologías que ahora se encuentran en escasez.

Colaboración público-privada

El tercer bloque trató la relación con los inversores en el marco de la colaboración público-privada. Ante la pregunta sobre cómo lo hacían en las tres empresas para gestionar los intereses del Estado y los intereses privados de los inversores, Corredor verbalizó que "es el mercado el que marca las necesidades", mientras Murtra complementaba que el "Estado marca también unas directrices y que las empresas deben cumplir con aportar el capital, el conocimiento y el talento”. Los ponentes coincidieron con que "las prioridades privadas y estatales deben ser las mismas, ya que hay que pensar en todo el ecosistema".

Por último, Carmina Ganyet pidió a los participantes qué les gustaría que ocurriera a lo largo del año 2023. Ángel Simón admitió que “soñaba con un país con una estrategia clara y una política del agua que permitiera conseguir la autosuficiencia y acabar con la polémica del agua”. Marc Murtra pidió que "España definiera un plan estratégico tecnológico adaptado a la nueva realidad". Y Beatriz Corredor añadió a la lista de deseos que "el país llegara al autoconsumo".

(Vídeo de la sesión)

Debemos seguir apostando por una España que sea el motor renovable de Europa y que pueda jugar un papel relevante en el nuevo eje político europeo, donde las energías renovables determinarán el equilibrio de fuerzas en la Europa que viene.

Beatriz Corredor

España necesita una política cuyo eje central sea el agua, no solamente con los objetivos de desarrollo sostenible, sino porque nuestro PIB pasa por el turismo, la agricultura y la sostenibilidad en las ciudades que dependen del agua.

Ángel Simón

Lo que más ha cambiado nuestra vida en los últimos 20 años es la tecnología. Tenemos un asunto pendiente que tiene que ver con el talento, las vocaciones y la capacidad de incidir en tecnología.

Marc Murtra
Carmina Ganyet, Beatriz Corredor, Ángel Simón, Marc Murtra

DIÁLOGO CON ALBERTO NÚÑEZ FEIJÓO

Sesión moderada por Jaume Guardiola, presidente del Cercle d'Economia

Alberto Núñez Feijóo, presidente del Partido Popular

En su introducción, Jaume Guardiola situó el diálogo con Alberto Núñez Feijóo en el "nuevo escenario" que supone la convocatoria de elecciones generales. Tras felicitar al presidente del PP por sus resultados en las municipales y las autonómicas, el presidente del Cercle invitó a Feijóo a exponer sus posturas económicas y su posicionamiento respecto a Catalunya. En este sentido, recordó que el líder popular ha defendido una "España polifónica" y ha sostenido que "la política autonómica es una política nacional de Estado". Guardiola celebró que se haya iniciado un diálogo entre el ejecutivo español y la Generalitat después de años de enfrentamientos y pidió Feijóo que, de ser elegido presidente, mantenga esa voluntad constructiva. El presidente del Cercle también trasladó al candidato las recetas de la institución para Catalunya: una mejor financiación, más autogobierno y más inversiones. Asimismo, lamentó que el “déficit de productividad” del conjunto de España ya esté afectando a nuestro “nivel de bienestar”. Así, consideró que el "PP es un actor fundamental" para mejorar la situación económica y lamentó que el centro político "se esté despoblando" y que cada vez sea más difícil llegar a consensos de país.

Feijóo quiso empezar su discurso con unas palabras de agradecimiento al Cercle y de recuerdo para Josep Piqué, al que consideró “amigo y servidor público” y al que definió como ”un catalanista, español europeo, militante de la libertad y de la concordia”. Posteriormente, se refirió a la situación política lamentando que las elecciones generales se celebren en verano, en pleno período vacacional, y no se hayan convocado en la misma fecha que las municipales y las autonómicas, lo que hubiera supuesto “ahorrar tiempo , cientos de millones de euros y enormes incomodidades” a los ciudadanos. En cualquier caso, el líder popular consideró que son unos comicios fundamentales, en los que se podrá elegir entre la política "frívola, inexperta e inconstante" que, a su juicio, ha dominado la etapa de Pedro Sánchez y la propuesta que ofrece su partido: "solidez, regeneración democrática y gestión".

Analizando los últimos resultados de las elecciones de mayo, Feijóo celebró que el PP haya ganado "siete años después" y disfrute de un "amplio apoyo popular". En este sentido, destacó "el esperanzador crecimiento en Catalunya", donde se han duplicado los resultados de hace cuatro años y el PP ha superado el 8% de votos. Ahora bien, Feijóo consideró ese porcentaje insuficiente y se mostró convencido de que los populares pueden aspirar a ser "un partido de Gobierno en Cataluña, que conecte con buena parte de la sociedad catalana". Las recetas que propuso son las de una "política útil", que "supere la división y el enfrentamiento" y que a la vez "respete y fortalezca las instituciones". A su juicio, "hay una mayoría latente de catalanes con un anhelo de cambio tranquilo y sereno". Por todo ello, defendió centrar sus políticas en "los problemas de los ciudadanos", como podrían ser "el buen uso de dinero público", la "creación de empleo y la atracción inversión", "las soluciones y no tensiones en la vivienda”, “la sostenibilidad de las pensiones” o la “gestión eficiente de la sanidad pública”. En síntesis, indicó que durante la campaña expondrá un programa que busque

"la recuperación, económica, social e institucional de Cataluña".

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El presidente del PP inició un diálogo con el presidente del Cercle, que le trasladó varias preguntas de la audiencia de cariz económico. En una de sus intervenciones, Feijóo lamentó especialmente la elevada deuda pública de España, que cerró el pasado año en 1,5 billones de euros, el 113,1% del PIB: “Me preocupa mucho la situación de la deuda española. Estuvimos viendo los gastos financieros de España, superando los 40.000 millones de euros. Cada vez que sea necesario prorrogar, los tipos irán subiendo. La proyección de gastos financieros nos comerá grandes capacidades”. Paralelamente, el líder de los populares defendió una considerable rebaja de la presión fiscal a ciudadanía y empresas. En concreto, aseguró que si gana las elecciones devolverá todas las competencias del impuesto sobre el patrimonio a las comunidades autónomas, lo que supondría la desaparición del impuesto a las grandes fortunas. Asimismo, este movimiento dejaría en mínimos la tasa a la riqueza, ya que la mayoría de comunidades aplican altas bonificaciones en este impuesto.

En su argumentario, el presidente del PP consideró que el impuesto de patrimonio “es, desde el punto de vista fiscal, injusto, porque no puede pagarse siempre para el mismo cada año. Si ya has pagado una vez por lo que tienes, no deberías pagar de nuevo”. Sin embargo, sólo se comprometió al traspaso a las autonomías y no a su eliminación: “No vengo a hacer demagogia, tenemos que cuadrar las cuentas, porque tenemos un déficit público del 4,8% del PIB. Si tuviéramos el de Portugal, del 0,4%, mi respuesta sería mucho más contundente”. Igualmente, Feijóo apostó por una bajada del IRPF "para rentas medias y bajas" y consideró ineficaz el impuesto extraordinario a la banca y las eléctricas.

En referencia a Cataluña, se comprometió a abrir "una nueva etapa política" en la que "los intereses de los catalanes sean prioritarios". En este sentido, lamentó que la estrategia del PP en los últimos años pasara por considerar que la crisis política catalana era "un problema crónico que no podíamos abordar, y esto es un error". De hecho, según sintetizó Feijóo, “si Cataluña no va bien, España no va bien. Y al contrario”. Siguiendo esta línea conciliadora, el ponente también se permitió un toque de ironía para hablar de la relación de Catalunya con la economía: “Dicen que los catalanes le dan mucha importancia al dinero, y no me parece negativo, creo que es positivo . Pero es que además los catalanes son los más espléndidos, porque son los que más impuestos pagan de España, son unos patriotas, sin lugar a dudas”.

En la parte final de esa sesión de diálogo, el presidente del PP evitó referirse a los pactos electorales de su partido con Vox. De hecho, Feijóo se mostró convencido de obtener un resultado tan positivo en las elecciones generales que le permita gobernar sin dependencias de otras formaciones: “¿Por qué dicen que no existen mayorías absolutas? Les aseguro que dentro de mi planteamiento político no voy a perder ni un minuto en explicar lo que no es mi objetivo”, resaltó. Su objetivo no es otro “que en España haya un Gobierno que tenga mayoría suficiente para hacer las reformas que necesita el país”.

(Vídeo de la sesión)

Es mucho más ético tener una discusión desde el punto de vista ideológico que decir sí a todo el mundo. Creo que esto es un planteamiento importante en cualquier tipo de actividad y mucho más en una actividad pública.

Alberto Núñez-Feijóo
Jaume Guardiola y Alberto Núñez-Feijóo

MESA REDONDA AUTONOMÍA ESTRATÉGICA

Begoña Cristeto, socia responsable de Automoción, Industria y Química de KPMG en España

Gonzalo García Andrés, secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa

Jorge Padilla, Director & head of Compass Lexecon. Patrón de FIDE

Moderador: Xavier Vives, vocal de la Junta Directiva del Cercle d’Economia

Para situar a la audiencia, el moderador de la mesa redonda, Xavier Vives, hizo un repaso de la “larga tradición” de la política industrial, que ha tenido “una gran influencia” histórica con algunos éxitos como los de Japón, Corea del Sur o China. Ahora bien, estas intervenciones del sector público para impulsar la industria no son garantía de eficacia y han recibido muchas críticas, ya que a menudo los economistas han considerado que los gobiernos “no siempre tienen información suficiente para elegir a los sectores ganadores y ha habido muchos proyectos fallidos”. En este sentido, existe el riesgo de que la inversión pública acabe en manos de “lobbies o intereses privados”. Sea como fuere, el escenario ha cambiado repentinamente en los últimos años por la pandemia y la guerra de Ucrania. Ahora, desde Estados Unidos y Europa, la política industrial tiene un papel central y se impone una "tendencia proteccionista" con un mayor "papel del estado" para favorecer "la autonomía estratégica" y garantizar, en la medida de lo posible, que los países dispongan de energía y suministros. En el debate que se desarrolló a continuación, se intentó dar respuesta a qué política industrial se debe aplicar: “¿Debe ser horizontal o apostar por proyectos específicos?”, se cuestionó Vives antes de ceder la palabra a los tres ponentes.

En su intervención, Gonzalo García Andrés remarcó que la política industrial tiene un papel "fundamental" en la estrategia económica del Gobierno de Pedro Sánchez porque deben "crearse las condiciones favorables" para llevar a cabo el proceso de transformación industrial en el que nos encontramos; una transformación que requiere de inversión pública y privada de forma sostenida. En palabras del secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa, España, en el marco de la Unión Europea, está impulsando la descarbonización y la transformación digital garantizando al mismo tiempo "la cohesión social y territorial". En este sentido, celebró que la UE haya dado “un salto cualitativo positivo trascendente” en la respuesta a la pandemia y la guerra de Ucrania. Según su argumentario, nos estamos dotando de recursos "a la altura de nuestras expectativas" para cambiar la economía y, en el caso español, puso en valor el Plan de Recuperación y los esfuerzos por "reducir la dependencia energética" . García Andrés concretó, eso sí, que la autonomía estratégica "debe ser abierta" y "preservar la igualdad de competencia en el mercado interior" y también en el ámbito multilateral. Se trata, a juicio del ponente, de encontrar "el equilibrio entre competencia, cooperación e incentivos".

Antes de argumentar su defensa de las políticas industriales, Jorge Padilla recordó “el escepticismo” que muchos economistas han tenido con este tipo de intervenciones públicas, que en muchas ocasiones “habían ido dirigidas a sustituir al mercado y no a complementar -lo". Desde el mundo económico, detalló, se llegó a la conclusión de que el mercado se autorregulaba y que los estados no debían intervenir. Esta visión, sin embargo, está cambiando porque hay que admitir que “son muchos los errores del mercado y necesitamos coordinarlo". A modo de ejemplo, mencionó a los "factores geoestratégicos" que las grandes empresas no suelen tener en cuenta cuando son a largo plazo o la incapacidad que la mayoría de pymes de crear " suficientes puestos de trabajo dignos, productivos". Sobre este segundo punto, Padilla defendió para España una "nueva política industrial" orientada a pequeñas y medianas empresas, en la que las administraciones favorezcan "la eficiencia tecnológica" y aporten a este tipo de compañías "habilidades esenciales de gestión para que sean más competitivas". En este sentido, el ponente mencionó el caso de éxito de inversión estatal en Corea del Sur, donde se fomentaron las economías de escala para mejorar la exportación. En el caso español, Padilla defendió unas políticas que proporcionen a las pymes "servicios públicos a cambio de empleo digno". Sin embargo, estas intervenciones no deberían limitarse a “incentivos y subsidios”, sino que deberían favorecer un “empoderamiento” de las pymes y una manera de trabajar “colaborativa”, tal y como se ha visto con el impulso del kit digital.

La tercera ponente, Begoña Cristeto, defendió el peso de la industria en España resaltando que es el sector que “más invierte en innovación” y que “genera trabajos de calidad”, además de provocar un “efecto de arrastre” positivo en el resto de la economía. En esta línea, se mostró como una firme defensora de las políticas industriales, que, según una definición que citó de la UE, “intentan crear el marco para fomentar o incentivar la competitividad industrial”. Este conjunto de políticas, que tal y como recordó la ponente deben abordarse desde muchos campos (industria, energía, fomento, innovación, educación, etc.), deben responder ahora a una nueva realidad, a un “cambio de las reglas de la globalización y del libre comercio que tenemos desde la 2ª Guerra Mundial". Para ello, Cristeto remarcó que Europa debe recuperar "parte de las cadenas de valor" en zonas más cercanas de sus fábricas para asegurarse "materias primas y productos básicos" y evitar escenarios como la crisis que se generó por la falta de semiconductores en la industria de la automoción. La ponente defendió así la autonomía estratégica europea, pero sin caer en "políticas proteccionistas" que, a su juicio, serían muy perjudiciales para la economía. Cristeto hizo referencia también a dos retos que habrá que afrontar industrialmente en los próximos años: el principio de neutralidad climática marcado para 2030, que a su juicio es un objetivo deseable que es necesario “compaginar con la viabilidad técnica y financiera”, y la “verdadera revolución” que supone la digitalización, que no sólo “mejora el proceso productivo”, sino que también nos permite crear “productos cada vez más inteligentes”, que nos abren “nuevos modelos de negocio”.

En el turno de preguntas, Gonzalo García Andrés puso en valor el buen rendimiento de la industria manufacturera española, puesto que en estos momentos “los datos de exportaciones de bienes se encuentran en máximos históricos”. También apuntó que el Plan de Recuperación está ayudando a las empresas que tienen proyectos "más audaces" y que tienen "más capacidad competitiva e innovadora". El objetivo del Gobierno español es, por tanto, “facilitar la transformación” industrial con mecanismos de “colaboración público-privada” y con elementos de “cooperación entre empresas”. Sobre las políticas industriales, Jorge Padilla pidió que las intervenciones de las administraciones en el mercado sean controladas y no excesivas. No debe entrarse, a su juicio, en una “guerra de subsidios en Europa” y es preferible que las políticas se enfoquen a resolver “errores del mercado bien identificados”. Por último, Begoña Cristeto agradeció la llegada de los Fondos Next Generation y de los PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica), pero lamentó que "no se hayan gestionado bien las expectativas ni los tiempos de espera" porque muchas empresas han sufrido "retrasos" y se han visto afectadas por complicaciones "burocráticas". Así, pidió una mejora en los plazos de ejecución para poder conseguir en España que "la industria esté en el corazón de nuestro crecimiento".

(Vídeo de la sesión)

Llamamos nueva a esta política industrial porque está obligada a adaptarse al nuevo contexto económico, tecnológico, sanitario y geopolítico que ha surgido como consecuencia de la incertidumbre actual.

Begoña Cristeto

Se trata de desarrollar una política industrial para generar empleos de valor, que nuestra gente pueda mantener una vida digna para que, de esta manera, legitimemos el sistema democrático en el que vivimos.

Jorge Padilla

La guerra en Ucrania nos ha devuelto a la importancia que tiene la geopolítica, y esto hace más urgente el incorporar ese elemento de autonomía estratégica a la industrialización.

Gonzalo García Andrés
Jorge Padilla, Gonzalo García Andrés, Begoña Cristeto, Xavier Vives

DIÁLOGO CON NATÀLIA MAS

Natàlia Mas, consejera de Economía y Hacienda de la Generalitat de Catalunya

Moderada por Núria Cabutí, vicepresidenta de la Junta del Cercle de Economía

La planificación económica y financiera del Gobierno de la Generalitat centró la sesión de la consejera de Economía y Hacienda de la Generalitat de Cataluña, Natàlia Mas, que mantuvo un diálogo con la vicepresidenta del Cercle, Núria Cabutí. En primera instancia, Mas aportó varias ideas sobre el estado actual de la economía catalana y los retos a los que se enfrenta. Consideró, en líneas generales, que nuestra economía “avanza en la buena dirección, con mucho camino por recorrer y con mucho margen de mejora” y, siguiendo una línea similar a la del presidente Pere Aragonès en su sesión en el Cercle, va querer alejar a los fantasmas del derrotismo. Como gran reto global, Mas hizo énfasis en la lucha contra el cambio climático, lo que requiere "un giro copernicano" y supondrá un cambio de paradigma en los modelos energéticos, productivos, de comunicación, de movilidad o de vivienda, entre otros. Ahora bien, la consellera consideró que todas estas complejidades deben verse como una oportunidad transformadora. Será necesario, por tanto, que el país esté preparado para afrontar aspectos como inflaciones, seguridad alimentaria e hídrica, nuevas tecnologías digitales, irrupción de bloques geopolíticos y nuevas dinámicas demográficas y migratorias.

Hecha la visión global, la consellera puso manos a la obra a su intervención, hasta referirse a los retos específicos de Catalunya. En relación con éstos, Mas resaltó la bolsa de pobreza estructural que debería urgentemente reducirse. También mencionó la necesidad de una mejor adaptación de la fuerza laboral a las necesidades del tejido productivo, a las transformaciones innovadoras que ya están aquí, alertando al mismo tiempo de la necesidad de las administraciones al ganar eficiencia en su funcionamiento. Sin embargo, su tono fue positivo y consideró que la economía catalana es resiliente y está en constante evolución.

La recuperación de la economía catalana acaparó parte de su parlamento, enfatizando la buena praxis del Govern en Catalunya, y refiriéndose al modelo previo establecido como “insostenible”, a nivel estatal. Concretamente, Mas hizo un repaso histórico y advirtió que la quiebra de la crisis de 2008 se produjo por el fuerte endeudamiento, la especulación inmobiliaria, los déficits comerciales elevados y la excesiva terciarización de la economía. Como respuesta a esto, Mas defendió un modelo catalán "más productivo, más abierto al mundo y más tecnológico". Durante su recorrido, la consellera dató el 2014 como el año en el que la economía catalana entró en un proceso de crecimiento sostenido situándose por encima de la media de la eurozona hasta la irrupción de la Covid- 19. Apuntó que, a mediados de 2022, ya se produjo la recuperación del PIB previo a la pandemia, y que durante el primer trimestre de 2023 ya se produjo un crecimiento con tasas que doblan la media del Estado, y que multiplican por diez las de la zona euro.

En el diagnóstico positivo de la responsable de economía del Govern también se hizo referencia a aspectos como el estado actual de la ocupación catalana, que se encuentra al nivel más elevado de los últimos quince años, y que crece en calidad, con un gran peso de las actividades tecnológicas superando a países como Dinamarca, Austria o Suiza. El liderazgo catalán en la atracción de empresas emergentes y la captación de inversión extranjera productiva, aquella vinculada a industria y tecnología, fueron otros aspectos a enfatizar por la consellera y que ejemplifican, a su juicio, el buen funcionamiento y crecimiento de Cataluña. “Empresas como CISCO o Astrazeneca no aterrizan en territorios en decadencia, sino allí donde existe dinamismo, y unas instituciones que acompañan”, afirmó. Esta atracción de inversión extranjera tiene una particularidad, y es que está diversificada por el territorio, lo que proporciona actividad económica a municipios como Mont-roig del Camp o Tortosa, además de cincuenta proyectos industriales medios en todo el territorio.

En cuanto a las perspectivas de futuro de Catalunya, la consellera Mas puso de manifiesto su oposición a los modelos de crecimiento centralistas, que se desarrollan absorbiendo la actividad de los territorios más cercanos. En consecuencia, la consejera apostó por un modelo con visión a largo plazo, con integración multicultural y en generación de equilibrio territorial. "El camino por Cataluña debe ser diferente: reforzar capacidades industriales, tecnológicas, formativas, junto con una ambiciosa transición energética y continuar reforzando el estado del bienestar", afirmó.

Posteriormente, la consellera reivindicó la reciente aprobación de los presupuestos de la Generalitat de Catalunya para 2023 como elemento primordial de planificación de los recursos, que han permitido elevar la capacidad de gasto e inversión con el que ha sido el mayor salto en diecisiete años. Sin embargo, afirmó que "estas cuentas son insuficientes y menos de lo que merece Catalunya", lo que asoció a la falta de inversiones y financiación. A este respecto, consideró "casi una heroicidad" la situación actual positiva de la economía catalana y de sus servicios públicos. “Es conocido por todo el déficit fiscal crónico, la baja inversión en infraestructuras, los incumplimientos de la LOFCA (Ley de financiación autonómica), y el reparto del déficit autorizado por la Comisión Europea, obligando a las comunidades autónomas al déficit cero. Es un ahogo inaceptable”, resumió.

En su intervención, la consellera Mas también advirtió de las dificultades (y las oportunidades) de crecimiento económico en un mundo incierto, cambiante y de policrisis. Según su análisis, en este contexto confluyen varios retos como el demográfico, el geopolítico o el climático. Sobre el primero, destacó que Catalunya puede afrontarlo bien porque “ha sido siempre tierra de acogida”, lo que supone, a su juicio, un aspecto determinante por la riqueza cultural y económica del territorio. Ante el reto geopolítico, consideró que la economía “debe seguir siendo muy abierta, pero al mismo tiempo debemos dotarnos de mayor soberanía industrial, tecnológica y energética”. De hecho, añadió que el actual "es un contexto de oro para Cataluña, para situar a la industria y la tecnología como columna vertebral de nuestra economía". En cuanto a la transición energética, la consellera Mas recordó que no será fácil ni económico llevarla adelante y que será necesaria mucha colaboración público-privada. Así pues, dejó claro que el Govern ya trabaja en el impulso de energías renovables con proyectos fotovoltaicos, eólicos, de autoconsumo, de biogás y de hidrógeno verde. La ponente también puntualizó que Cataluña tiene importantes proyectos de futuro, pero que "tenemos que hacer mejor lo que ya hacemos muy bien, y esto coincide con lo que más exportamos, desde los vinos hasta los automóviles como sectores ya consolidados". Esto debe consolidarse junto con la apuesta por nuevos sectores emergentes que, a juicio de la ponente, determinarán la prosperidad de las próximas décadas, como son los chips, la bioingeniería o la proteína alternativa, para alcanzar así autonomía tecnológica.

Como clausura en su parlamento, la consellera de Economía y Hacienda destacó que Catalunya dispone del ecosistema, las capacidades y el talento necesario para dirigirse al futuro con optimismo y superar los retos económicos. Además, pidió el compromiso y el trabajo conjunto de todos los actores públicos y privados para afrontar las dificultades económicas y aprovechar las numerosas oportunidades que se nos presentan. “Colaboración, optimismo y mucho trabajo por hacer”, fueron las últimas palabras de Natàlia Mas antes de responder a las preguntas de los asistentes.

(Vídeo de la sessió)

El cambio climático nos requerirá dar un giro copernicano en todo, un cambio de paradigma que transformará en pocas décadas, espero, y de arriba a abajo no sólo el modelo energético sino también el productivo, comunicaciones, movilidad o vivienda.

Natàlia Mas
Núria Cabutí y Natàlia Mas

SESSIÓ DE CLOENDA AMB NADIA CALVIÑO

Sesión presidida por Jaume Guardiola, presidente del Cercle d'Economia

Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital

Vértigo. Éste es el término que empleó en la sesión de clausura Jaume Guardiola para describir la situación política española, con la repentina convocatoria de elecciones generales. Dirigiéndose a la ponente, la vicepresidenta Nadia Calviño, Guardiola mostró la preocupación del Cercle d'Economia ante un escenario incierto, en el que España tiene muchos retos por delante, como la asunción de la presidencia del Consell de la UE en el segundo semestre del año.

La reflexión inicial del presidente del Cercle, sin embargo, se alejó de la actualidad y ofreció una mirada reflexiva a medio plazo. En primer lugar, celebró la mejora del clima político en Catalunya, hecho posible, a su juicio, en las “medidas audaces” emprendidas por varios actores, entre ellos el Gobierno central. Ahora bien, "los problemas de fondo" no se han resuelto en el país y según apuntó Guardiola hay que afrontar en la próxima legislatura "la revisión del sistema de financiación de la Generalitat y el aumento de las inversiones de la administración central de el estado en Cataluña”.

Posteriormente, el presidente del Cercle expuso los puntos clave de una nota de opinión elaborada por la entidad sobre el estado de la economía española. Pese a celebrar que "los malos augurios respecto a la entrada en recesión de nuestra economía" no se hayan cumplido, Guardiola mostró preocupación porque "desde la entrada al euro, nuestra renta per cápita real, que es el indicador de referencia para medir el nivel de bienestar de un país, hemos crecido poco y hemos retrocedido respecto a otros países”. En este sentido, consideró que no se trata de una situación "que se pueda atribuir a un gobierno en concreto", sino que es más bien "un problema de país", hasta el punto de apuntar que en España quizás nos falta "un proyecto económico de consenso".

El presidente del Cercle, que citó al Informe España 2050 como un documento de referencia, advirtió que "hay que aumentar nuestro nivel de productividad", ya que es "la única base que puede asegurar una mejora sostenida del nivel de vida y de bienestar en España". Para ello reclamó centralidad política y un proyecto consensuado entre partidos y sociedad civil. Siguiendo con su argumentario, Guardiola advirtió de una “degradación” del “vínculo intergeneracional”, que se pone de manifiesto en tres aspectos preocupantes: la elevada deuda pública, que “tendrán que pagar a nuestros hijos”, la indexación de las pensiones con la inflación, que "puede acabar repercutiendo en los trabajadores", y la falta de vivienda asequible, que sólo se resolverá con "colaboración público-privada y con un marco de seguridad jurídica".

Por último, el presidente del Cercle cerró su intervención hablando en clave internacional. Primero, reclamó "la necesidad de dotarnos de una política económica y fiscal europea", que contemple "mecanismos conjuntos que complementen las exigencias individuales del Pacto de estabilidad y de crecimiento". Después promovió “la llamada autonomía estratégica” de España, recordando que la guerra de Ucrania ha puesto de manifiesto “la necesidad de reforzar ciertas capacidades críticas (en el ámbito de la tecnología, la energía y la defensa, incluso) por ser más autónomos y no depender de terceros países que en algún momento pudieran limitar la provisión de determinadas materias primas, o de bienes y servicios claves para el funcionamiento de nuestra economía”. Por último, y antes de dar paso a la intervención de la vicepresidenta Nadia Calviño, Guardiola se mostró preocupado porque “las ayudas fiscales que se pueden impulsar a nivel nacional en el desarrollo de esta autonomía estratégica pueden generar serios problemas de competencia, así como asimetrías muy importantes entre los estados miembros, puesto que la capacidad fiscal de cada uno es muy diferente”.

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La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que hizo una ponencia al tiempo que respondió a las preguntas de la audiencia que le trasladó Jaume Guardiola, consideró que la convocatoria electoral no debería ser ningún motivo de preocupación , ya que "unas elecciones es lo que menos vértigo le debe dar a cualquiera" porque forman parte de la normalidad democrática, en la que "regularmente los ciudadanos son llamados a las urnas". En este sentido, Nadia Calviño remarcó que las políticas económicas del PSOE son claras y "no han podido ser más de centro" en la última legislatura. Para la vicepresidenta, "el balance de gestión ha sido positivo" y defendió que desde el ejecutivo español "no hemos dejado de trabajar ni un minuto y hemos respondido mejor que otros países" a los retos económicos. En cuanto a la mejora de ingresos tributarios, la ponente concretó que se debe al afloramiento de la economía sumergida y al incremento de empleo y la actividad.

Siguiendo en esta línea, Calviño consideró que España es ahora un país atractivo para los inversores "porque se está produciendo un cambio estructural". De hecho, según expuso la vicepresidenta, el plan completo de los fondos europeos "ha elevado un 3% el crecimiento potencial de España". Asimismo, resaltó las cifras de recuperación del país tras la pandemia y aseguró que se cumplirán los objetivos de reducción del déficit y de la deuda. Así, recordó que "el camino presupuestario presentado por España" ha sido validado por la Comisión Europea. Sobre una de las medidas más controvertidas de su ejecutivo, la Ley de Vivienda, Calviño la consideró “equilibrada” y aclaró que el texto aprobado con Unidas Podem incluye una bajada del IRPF para los propietarios que pongan en el mercado viviendas a precios asequibles. En síntesis, la vicepresidenta consideró que el camino económico del Gobierno de Pedro Sánchez es adecuado y espera seguir contribuyendo a salir adelante en "los próximos años", aunque "no entrará en las listas electorales".

En clave catalana, la vicepresidenta aseguró que Catalunya es un motor económico de España y que "cuenta con activos absolutamente extraordinarios por los que estamos apostando e invirtiendo". A modo de ejemplo, citó la aportación de 3.500 millones de euros en puestos escolares y puntos de recarga de coches eléctricos. Calviño celebró esta recuperación catalana después de la "década perdida" con la crisis del 2008, que, a su juicio, se vio agravada por los efectos negativos en la economía de todo lo que implicó el proceso soberanista. En este sentido, se mostró emocionada al “ver cómo ha cambiado el ambiente en Cataluña” y puso en valor la vía del diálogo impulsada desde su Gobierno para garantizar la cohesión social y la concordia: “Yo no quiero volver atrás y no creo que nadie quiera", remató.

En su intervención ante el auditorio, Calviño anunció la solicitud por parte del Gobierno a la Comisión Europea de la adenda al Plan de Recuperación, que se aprobó en el Consejo de Ministros unos días después de la Reunión del Cercle. Sobre este documento, que busca atraer 94.300 millones de euros de fondos europeos, deberá posicionarse a Bruselas en un máximo de dos meses. La vicepresidenta primera justificó realizar este movimiento antes de las elecciones porque “no podemos frenar las inversiones que están en marcha” y hay que asegurarse “el 100% de los recursos” a disposición de España hasta el año 2026.

(Vídeo de la sesión)

Allí donde hay una oportunidad y donde hay un punto de fortaleza de Cataluña, estamos invirtiendo los fondos europeos, a eso estamos dedicando esta oportunidad extraordinaria de la respuesta europea a la pandemia.

Nadia Calviño
Nadia Calviño