Lunes 29 de mayo
INAUGURACIÓN
Sesión presidida por Jaume Guardiola, presidente del Cercle d'Economia
Ada Colau, alcaldesa en funciones de Barcelona
Haciendo explícita la “complejidad” de organizar la Reunión del Cercle d'Economia en el período inmediatamente posterior a la celebración de los comicios municipales y autonómicos del 28M y, al mismo tiempo, verbalizando el “inesperado” anuncio de elecciones generales para el 23 de julio por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el presidente del Cercle d'Economia, Jaume Guardiola, refirió, en su intervención de apertura de la XXXVIII Reunión, el "momento trascendente que afrontamos a nivel global".
A partir de esta toma de conciencia, justificó los dos grandes bloques temáticos (geopolítica y economía) elegidos con ocasión de esta nueva edición de la Reunión desde el imperativo de “conocer y entender” el presente para reactivar –en referencia explícita en el título de la Reunión– el futuro. Aspectos como el momento de la guerra en Ucrania, la dicotomía entre mundo bipolar y mundo multipolar, el papel y potencial de Europa como actor clave en un período de transición y la plausibilidad de ejercer una autonomía estratégica, entre otros, conformarían el vertiente geopolítica. En materia económica, el énfasis se situaría en la doble evolución de la inflación y los tipos de interés (en Europa, Estados Unidos y Asia), el estado de salud del sistema bancario internacional tras la quiebra de algunas entidades norte -americanas, la reforma del sistema de pensiones, la creación de condiciones adecuadas para el éxito empresarial o la política industrial a emprender, sin olvidar sin embargo los desafíos y oportunidades derivados de la eclosión de la inteligencia artificial, los retos energéticos (electrificación y agua incluidas) y la seguridad.
Antes de dar paso a la alcaldesa en funciones de Barcelona, Ada Colau, Jaume Guardiola quiso recordar a los tres expresidentes del Cercle d'Economia traspasados recientemente: Josep Piqué, Vicenç Oller y Enric Corominas.
La alcaldesa en funciones de Barcelona, Ada Colau, celebró la presencia, una vez más, de la Reunión del Cercle d'Economia en la ciudad y situó las relaciones del consistorio y la entidad en un terreno de “diálogo, lealtad institucional y ánimo constructivo”, incluso en el contexto de una “coyuntura compleja” durante los últimos años marcada, desgranó, por el proceso catalán, la pandemia vírica, la inflación y la emergencia climática.
Evocando la idea de futuro de la presente edición, Colau quiso poner en valor que “Barcelona ha moldeado su modelo de futuro” gracias a la colaboración establecida entre el propio consistorio, el tejido empresarial y el tejido ciudadano, lo que según ella dota a la capital catalana de “capacidad para liderar la economía del futuro” y que se refleja, en su opinión, en la evolución positiva de la ciudad en ámbitos como el PIB, la creación de empresas o la contratación laboral indefinida , así como en su capacidad de atracción de grandes eventos internacionales como son el Mobile World Congress, la Copa América de Vela y la Capital Mundial de la Arquitectura.
Futuro, talento y liderazgo
Desde la importancia atribuida por la alcaldesa en funciones a la "colaboración institucional", defendió que "podemos elegir lo que más nos interesa y más nos conviene como ciudad, porque tenemos talento". También hizo suya la idea expresada por la economista Mariana Mazzucato –“las administraciones públicas deben liderar la economía”– para orientarla a los tres grandes retos que, de acuerdo Colau, enfrenta a Barcelona: la diversificación de su modelo económico para evitar una "excesiva dependencia" del turismo; la apuesta por una “economía justa, que no fracture a la sociedad y que combata la desigualdad”; y el "liderazgo" en la transformación climática, en oposición a la adopción de cualquier "bandera negacionista".
Ya para concluir y sobre el momento político, al día siguiente de haber concurrido a las municipales barcelonesas, Ada Colau reivindicó el papel de las políticas de izquierdas en una coyuntura de incertidumbre y transformación como la presente y mostró la su “predisposición” a seguir trabajando para que sean las “mayorías de izquierdas” las que configuren la acción de gobierno en Barcelona y en el conjunto de España.
Barcelona es una capital internacional bien posicionada para liderar la economía del futuro.
Ada Colau
LOS RETOS DE LA GEOPOLÍTICA PARA EUROPA
Sesión moderada por Pol Morillas, director de CIDOB y vocal de la Junta Directiva del Cercle d'Economia
Ivan Krastev, presidente del Centro for Liberal Strategies de Sofía
Pol Morillas, director de CIDOB y vocal de la Junta Directiva del Cercle d'Economia, situó las coordenadas de la sesión en “la discusión sobre el mundo que nos rodea, el papel de Europa y su capacidad de ser un actor global ” en el seno de unas dinámicas geopolíticas conformadoras de presente y futuro que piden “unidad y liderazgo” y con el ataque de Rusia a Ucrania como telón de fondo, con la dicotomía entre paz y justicia a la hora de encontrar una solución al conflicto.
Ivan Krastev, presidente del Centro for Liberal Strategies de Sofía –uno de los “máximos pensadores” de la Europa actual y “alguien a quien deberíamos escuchar siempre a la hora de analizar el rol europeo y en cómo se modela el mundo de hoy”, refirió Morillas–, partió de los “dilemas morales” que enfrentan a los líderes políticos en el contexto de las dinámicas geopolíticas para reflexionar a continuación sobre la sorpresa que había causado en Occidente el ataque ruso en Ucrania. Según el intelectual, esta extrañeza estaría arraigada en la convicción general de que son los intereses económicos el único factor que motiva el comportamiento (y las decisiones) de los países y sus responsables políticos: "eso no es siempre así", dijo, y lo ejemplificó con la propia Rusia, con una guerra que “es un desastre” para su economía.
Ante esta tesitura, propuso tumbar la mirada hacia la “obsesión” de Vladimir Putin con la “crisis demográfica” rusa para tratar de comprender su mentalidad y pensar, como apuntó el pensador búlgaro, que lo que quizás busca el presidente ruso es sobreponerse a la demografía menguante del país “forzando a Ucrania y Bielorrusia a ser rusas”. En este punto hizo notar el "secuestro de niños" en Ucrania por parte del ejército ruso como síntoma de que daría pábulo a esta tesis demográfica.
Expresó que el ataque ruso había puesto en cuestión la idea europea de que los intercambios comerciales y la interdependencia económica representan topes para la aparición y el desarrollo del conflicto: este esquema “ha funcionado muy bien entre Francia y Alemania y también en el seno de la Unión Europea; pero no fue así con Rusia”, quiso evidenciar. Y puso en duda la viabilidad de una estrategia geopolítica europea basada "sólo" en la preponderancia económica (o "poder blando", tipificó) en detrimento del poder militar por las servidumbres que, a su juicio, esta opción genera en ámbitos como la soberanía política y la dependencia de Estados Unidos en materia de seguridad.
Guerra existencial, guerra lejana
En cuanto a la (también en buena parte "imprevista" por Occidente) capacidad de autodefensa de Ucrania ante el ataque ruso, Krastev destacó el "factor nacionalista" como correa de transmisión de la movilización de la ciudadanía y la resistencia del país. Un factor éste que también se encontraría, de forma más implícita, en el posicionamiento de Polonia o de unas repúblicas bálticas que, ante cualquier otra consideración, pretenden mantener su status o, en definitiva, “defenderse” de un eventual ataque ulterior por parte de Rusia.
Autor de los libros The Light That Failed y After Europe, entre otros, el politólogo protagonista de la sesión quiso confrontar la coexistencia de un sentimiento de "guerra existencial y del todo injusta" asumido por Europa y Estados Unidos, con la percepción de conflicto lejano o ajeno a los propios intereses surgida de Turquía, India o Brasil. Al analizar las claves del posicionamiento de estos últimos, Krastev trató de adoptar su perspectiva y razonó en primer lugar que si bien habían tachado de “horrible” el ataque, este grupo de países no le consideraban “excepcional” desde un punto de vista cualitativo o histórico. Y vinculado a esto, añadió que la mera insistencia europea en el carácter "excepcional" del conflicto podía proyectar en muchos de aquellos la idea de que "Europa todavía trata de convencer al resto de que ella es el centro del mundo". “Podemos pensar que estos países ven la guerra como una amenaza”, pero en realidad la perciben como una “oportunidad”, remarcó y, más allá de la evidente dialéctica entre Estados Unidos y China, prosiguió que estas “potencias medias” se convertirán, cada vez más, en “hiperactivas” en el contexto internacional.
Ucrania, Putin y las elecciones presidenciales de Estados Unidos del 2024
Interesado no sólo en el “cuadro grande” de la geopolítica sino sobre todo en sus consecuencias en los negocios y en el día a día de las empresas, Ivan Krastev abogó por una Unión Europea “flexible” como condición para ser “efectiva” en un entorno marcado por los “retos” inherentes a los numerosos procesos políticos y convocatorias electorales previstos para 2024 en Rusia, Ucrania, el Parlamento Europeo y Estados Unidos, por citar sólo algunos. “¿Alguien piensa que el presidente Putin se comprometerá a algún tipo de acuerdo de paz antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos? Por supuesto que no”, diagnosticó.
En definitiva, una Unión Europea que deberá ser lo suficientemente hábil para desarrollar y “hacer compatibles” las políticas domésticas y las políticas internacionales, siempre desde la necesaria “unidad” que, alertó Krastev, “nunca debe darse por garantizada ”.
En una situación como la actual, es muy importante que la Unión Europea sea muy flexible y contextualizada, eso permitirá a Europa ser eficaz.
Ivan Krastev
DIÁLOGO CON JOSEP BORRELL
Sesión moderada por Pol Morillas, director de CIDOB y vocal de la Junta Directiva del Cercle d'Economia
Josep Borrell, alto representante de la UE por Asuntos Exteriores y Política de Seguridad
Pol Morillas, director del CIDOB y vocal de la Junta Directiva del Cercle d'Economia, introdujo el debate con el alto representante de la Unión Europea por Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, con quienes en opinión del Cercle representan los tres retos de la UE en el largo plazo: ambición exterior (“Europa debe ser un actor de peso”, enfatizó Morillas), cohesión interna (para mantener la unidad entre los 27 miembros) y visión estratégica. ¿Cuál es y cuál de ser la capacidad de respuesta de Europa frente a los desafíos globales en el marco de esta necesidad de repensar su futuro?
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En el inicio de su intervención, Josep Borrell fue categórico al afirmar que la crisis sanitaria (covid) y la crisis militar (Ucrania) habían evidenciado “las debilidades y las carencias” de Europa (“un continente muy rico con una capacidad de defensa muy baja”, remachó, para justificar a continuación que “hay que gastar más en defensa”, impulsar la “coordinación” entre los 27 ejércitos de la UE y, en definitiva, “construir una capacidad de defensa europea”). Sin embargo, defendió que estas limitaciones "se han empezado a reconducir".
“¿Cuál es la buena dirección? ¿Dónde queremos ir?”
Si bien admitió posiciones contrapuestas respecto a cuál debe ser el papel europeo en el contexto de su pertenencia a la OTAN (“las cosas no se ven iguales desde Varsovia que desde París”, ilustró de forma gráfica Borrell), el alto representante puso en valor el consenso alcanzado en cuanto al imperativo de disponer de “capacidades de intervención militar preparadas y organizadas” para cuando sea necesario desplegarlas, lo que en su opinión se relaciona con el hecho de “gastar más y mejor” en defensa. E hizo referencia a un programa que habilitará a los ejércitos europeos a invertir 70.000 millones de euros en su modernización.
Consciente de la impopularidad y del coste electoral que puede suponer desarrollar la prioridad vinculada a la modernización militar, Borrell alertó de que “estamos en un mundo peligroso en el que las grandes potencias juegan el papel de grandes potencias”.
En otro momento de la sesión, el moderador aludió a la presidencia española del Consejo de la UE y al reto de reforzar la autonomía estratégica de la Unión desde una concepción “abierta” que pasaría por la acción con el resto del mundo y no por el aislamiento”. En su respuesta, Borrell optó por utilizar la expresión “responsabilidad estratégica” para evitar suspicacias sobre el presente y el futuro europeo en el seno de la Alianza Atlántica y fue contundente: “una Europa más fuerte sería un socio más fiable para Estados Unidos”.
También se posicionó respecto de la estrategia empleada con Ucrania y el ataque de Rusia: “creo que hemos dado la respuesta que históricamente había que dar”, a pesar de reconocer que existen corrientes de opinión que consideran que “cuanto antes dejamos de ayudar a Ucrania, mejor”. Pero se mostró claro al respecto: la aproximación europea al conflicto ha sido "demasiado secuencial, demasiado progresiva", y "habría que haber sido más enérgicos, más inmediatos, más rápidos con el suministro de material militar" en Ucrania. Sea como fuere, recordó que la política exterior es una competencia exclusiva de cada uno de los estados miembros y que “pese a todo, hemos sido capaces de hacer cosas extraordinarias”, al tiempo que reclamaba pensar en la etapa posconflicto para “estabilizar nuestro continente” y "diseñar un nuevo sistema de seguridad en Europa".
65.000 millones de euros vs. 700.000 millones de euros
A la hora de cuantificar el coste que ha supuesto la ayuda militar, financiera y humanitaria concedida por la Unión Europea a Ucrania, el alto representante por Asuntos Exteriores y Política de Seguridad lo cifró en 65.000 millones de euros, si bien lo contrapuso a los 700.000 millones de euros con los que el conjunto de los países miembros ha compensado, con recursos públicos, el incremento de los precios alimenticios y energéticos como consecuencia de la guerra.
Superpotencias y orden internacional
Borrell remarcó que "Europa debe contribuir a impedir que la deriva sea hacia un mundo bipolar" que venga marcado por la dialéctica China - Estados Unidos. "No tenemos ningún interés en otra guerra fría", exclamó. Pero subrayó la necesidad de evitar incurrir en el error de "ser demasiado inocentes", ya que "China es y será una gran potencia porque le corresponde por dimensión y por capacidad". No estuvo de alabar el crecimiento económico y tecnológico alcanzado por el país asiático en los últimos 40 años y le reconoció "ambiciones políticas" porque "el mundo no es el que había después de la Segunda Guerra Mundial, ha cambiado". El alto representante consideró "normal" que, en el presente contexto, China y otros países reclamen "su parte de influencia". En fin, a China le reconoció la triple condición de “competidor, socio y rival”, algo que Europa debe confrontar desde la “batalla intelectual, la capacidad pedagógica y los hechos” y “sin que haya un rifirrafe permanente”.
"Siempre estaremos más cerca de Washington que de Pekín, pero eso no quiere decir que siempre tengamos los mismos intereses", hizo Borrell también girando la mirada hacia Estados Unidos, invocando de nuevo la referida "responsabilidad estratégica".
En cuanto a las relaciones con el llamado sur global –que Morillas trató de inquirir si era necesario reconsiderarlas desde un esquema de “más igualdad” para contribuir a su integración en el sistema internacional–, Josep Borrell tipificó este conjunto de países "muy heterogéneos" como la "versión moderna" de los países no alineados. De este grupo hizo notar también que coinciden en “no compartir la indignación moral que tenemos los europeos y los estadounidenses respecto de la guerra en Ucrania”. Y de América Latina expresó la necesidad de “pararle más atención” –con “diálogo”– para evitar que su ciudadanía tenga la sensación de que Europa “les toma en poca consideración”.
Debemos ser conscientes que el reparto de poder y riqueza en el mundo no puede continuar siendo como es.
Josep Borrell
LOS RETOS DE LA GEOPOLÍTICA PARA EUROPA
Sesión moderada por Miguel Trias, vocal de la Junta Directiva del Cercle d'Economia
Carmen Romero, vicesecretaria general adjunta de Diplomacia Pública de la OTAN
Yu Jie, investigadora senior en Chatham House
Tras caracterizar un mundo que “nos inquieta desde diferentes ámbitos” –a saber: IA, cambio climático, renacida percepción de riesgo de crisis nuclear, inflación y estancamiento económico– Miguel Trias, vocal de la Junta Directiva del Cercle d'Economia , evocó el reciente llamamiento “a la contención y el uso de la vía diplomática para evitar la tercera Guerra Mundial” del ex secretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger.
Trías dibujó un presente que "se debate entre la bipolaridad y la multipolaridad" con países llamados a jugar un "papel muy relevante" que, a su vez, se mueven "entre la democracia y la autocracia", y con una Unión Europea que bascula "entre la autonomía estratégica o el seguidismo de la política estadounidense". Y puso sobre la mesa del debate cuestiones como el rol presente y futuro de la OTAN, la invasión rusa de Ucrania y los posibles términos de paz, las relaciones entre Estados Unidos y China y los riesgos asociados con el estatus de Taiwán, entre otros.
Carmen Romero, vicesecretaria general adjunta de Diplomacia Pública de la OTAN, reivindicó el papel de la organización político-militar en el “mantenimiento de la paz en Europa y Estados Unidos durante más de 74 años” con la “disuasión” como estrategia para evitar un conflicto. Indicó que desde el final de la Guerra Fría la prioridad había sido construir una "relación de partenariado estratégico" con Rusia con "diálogo vivo" y "cooperación práctica avanzada", pero que esto se había roto con una invasión de Ucrania que sitúa a Rusia como “adversario potencial y amenaza contra nuestra seguridad”. Afirmó que el ataque "ha roto la paz en Europa, ha trastocado los cementos de la arquitectura de seguridad europea y global" y ha desmontado un orden internacional "basado en reglas" que "ha aportado durante décadas paz, previsibilidad y estabilidad ”. En definitiva, un mundo "más disputado e impredecible" en el seno de una "creciente competencia estratégica e ideológica entre regímenes democráticos y autocráticos", hizo.
Romero hizo hincapié en la “unidad” como “pilar esencial” de la Alianza Atlántica en su respuesta a Rusia a fin de que “se respeten la soberanía, la integridad territorial, los derechos humanos y el derecho internacional”. La representante de la organización fue categórica al aseverar que la "OTAN no es parte de este conflicto y no está en guerra con Rusia, ni quiere estarlo". Sin embargo, advirtió que "no debe haber ninguna duda sobre la disposición de la Alianza en proteger y defender a todos los países miembros", mientras abogaba por "invertir más en nuestra seguridad y en nuestra defensa" desde la tesis de que "el panorama estratégico de seguridad euroatlántico e internacional se ha deteriorado de forma significativa en los últimos años".
Ucrania: dos perspectivas del conflicto
En su posición de trasladar al auditorio la perspectiva atlántica del conflicto bélico en el este europeo, Romero expresó que “la historia nos dice que la mayoría de conflictos armados han terminado en la mesa de negociación”. Y que, desde este prisma, la estrategia de la OTAN es "hacer todo lo posible" para ayudar a Ucrania y "ponerla en posición de negociar una paz justa y sostenible". "Hay que seguir apoyando a Ucrania para que recupere la mayor cantidad de territorio posible" dijo, al tiempo que sostenía que "debe ser Ucrania la que decida qué es una paz justa y duradera, debe poder decidir su destino sin interferencias exteriores" . "Aceptaremos cualquier decisión de Ucrania si se produce en estas condiciones", remachó.
En otro momento se refirió a China. "Es importante que China escuche la perspectiva de Ucrania directamente". Lo justificó porque "es un país muy influyente sobre Rusia", si bien manifestó que "vemos que los intereses entre China y Rusia confluyen en este conflicto y que China no ha condenado la invasión y ha adoptado una serie de narrativas que son rusas”.
Por su parte, Yu Jie, investigadora senior en Chatham House, quiso dejar claro que lo que atestiguaba en el seno de la Reunión del Cercle d'Economia constituía "su opinión personal y que no expresaba nada más que eso". Teorizó que la posición china no debe analizarse tanto en relación a los dos países confrontados y la propia naturaleza del conflicto sino que hay que enmarcarla en un “juego más largo” con el que China pretende atraer la atención a los países del sur global (no occidentales) en aspectos vinculados a la seguridad alimentaria y la seguridad energética. Se refirió a este grupo de países como “las otras víctimas de la guerra” por el encarecimiento global de precios y porque esta dinámica inflacionista se yuxtapone a los procesos internos de recuperación económica y “construcción de economías resilientes” a los que deben hacer frente a estos países después de la pandemia sanitaria.
Statu quo internacional: el poder emergente de China
Interpelada por Miguel Trias respecto a la evolución política, económica y social de China, Yu Jie refirió el concepto de “seguridad nacional integral” surgido del XX Congreso del Partido Comunista Chino, un nuevo enfoque que prioriza la “construcción de 'una economía más preparada y reforzada ante eventuales choques externos imprevistos” en detrimento de los crecimientos intensos del PIB, y que incardina elementos como la estabilidad financiera del país, los índices bursátiles o la seguridad energética, por citar sólo algunos, con la seguridad nacional entendida en un sentido amplio. La investigadora enfatizó la voluntad del presidente Xi Jinping de “transformar la economía” con mayor peso de la ciencia para “alcanzar la supremacía científico-tecnológica”. Desde un punto de vista interno, apuntó que el principal reto del presidente "en los próximos cinco años" será dar respuesta al "elevado índice de paro de los jóvenes" en la franja comprendida entre los 18 y los 28 años , mientras que en el plano internacional la estrategia del presidente se encauzará a “buscar las oportunidades para promover y consolidar la relación con los actores globales y, en particular, con los países no occidentales o potencias medias”, un planteamiento este que “ nos lleva a un mundo más multipolar”.
Por su parte y también sobre China, la representante de la OTAN fue clara: "está adquiriendo un papel global preponderante y lo hace con una estrategia que no es transparente". Pese a decir que "no es un adversario y que hay que hablar con él", remarcó que "las acciones de China representan un desafío para los valores, los intereses y la seguridad de Occidente". Y justificó, en consecuencia, la voluntad de Estados Unidos y la OTAN de llevar a China a un "sistema de control de armamento".
El caso de Taiwan
Yu Jie verbalizó que "la posibilidad de una acción militar china en Taiwán se ha reducido como consecuencia de la invasión de Ucrania". Por un lado, porque "Xi Jinping ha aprendido que es necesario estar absolutamente preparado para llevar a cabo una intervención militar con plenas garantías de éxito". En segundo lugar, porque “la legitimidad del Partido Comunista Chino está muy ligada al desarrollo económico” y, en su opinión, sus líderes no se expondrán a posibles paquetes de sanciones que hagan tambalear el crecimiento y la paz social. Pero con “un peligro”: que una escalada militar entre China y Estados Unidos lleve a Xi Jinping a actuar, “obligado por la opinión pública”. “Es vital el diálogo entre Pekín y Washington para prevenir que lo peor esté aún por llegar”, cerró Yu Jie.
El principal objetivo de la OTAN es proteger a los más de 1000 millones de personas que viven en sus 31 países miembros y protegerlos ante cualquier tipo de amenaza de seguridad.
Carmen Romero
Es muy lamentable que, después de 50 años, y después de que Nixon visitara China, el mundo permanezca más dividido que unido.
Yu Jie
PREMIO JOSÉ MANUEL LARA A LA AMBICIÓN Y EL PROPÓSITO EMPRESARIAL
Sesión presidida por Pedro Fontana, presidente de la Fundación Cercle d'Economia
Jordi Barri, CEO de Flax&Kale
Cristina Villar, cofundadora de Indi & Cold
Andreu Dotti, CEO de Innovat
“Ambición y propósito empresarial” ligados a una “obra y trayectoria únicas” generadoras de un “extraordinario legado”. El presidente de la Fundación Cercle d'Economia, Pedro Fontana, evocó con estas palabras al expresidente del Cercle, José Manuel Lara, inspirador de unos galardones que, un año más, proyectan los valores implícitos en su figura.
A la hora de introducir los tres proyectos premiados en el marco de la XXXVIII Reunión, Fontana caracterizó sus rasgos comunes: evolución rápida desde la idea inicial a la consolidación de una empresa generadora de riqueza y puestos de trabajo ; innovación surgida en sectores tradicionales de la economía que, en opinión del presidente de la Fundación, pone de manifiesto que "la generación de riqueza no es específica de los proyectos disruptivos, sino que también proviene de sectores tradicionales que comprenden los nuevos tiempos"; papel central de la mujer en la creación y desarrollo empresarial; obtención de beneficios compatible con los criterios de sostenibilidad e igualdad; y dinamismo e innovación empresariales arraigados en el conjunto del territorio y no circunscrita sólo a las grandes urbes.
"En un mundo cargado de incertidumbres, con enormes retos y oportunidades de presente y futuro, sabemos que el progreso se sustentará en personas capaces de crear y desarrollar empresas y generar riqueza compartida y respetuosa con los cada vez más complejos equilibrios sociales y medioambientales" , dio paso Pedro Fontana.
El poder del cambio
Desde la premisa de ofrecer trabajo cualificado, promover la economía local (en Huelva y Lleida) y fomentar un estilo de vida saludable y sostenible para el planeta, Jordi Barri, CEO de Flax&Kale, se mostró agradecido de recibir un galardón "que lleva el nombre de uno de los grandes empresarios catalanes de todos los tiempos". Rememoró cómo sus padres habían abierto en Lleida uno de los primeros restaurantes vegetarianos del país (“tenían claro cuál era su propósito”, expresó) y cómo su visión de la necesidad de una evolución basada en ingredientes integrales acabaría siendo “ uno de los motores de cambio más efectivos” para los habitantes del planeta.
En un presente marcado por las “consecuencias devastadoras” del cambio climático, Barri asumió como motivación propia, en el contexto de su proyecto, la idea de “crear un futuro mejor” a partir de lo que “las nuevas generaciones, hiperexigentes , nos piden”: “un cambio en la forma de trabajar, un cambio en la forma de actuar y pensar, un cambio en la forma de disfrutar y, también, un cambio en la forma de comer y beber”, porque, según defendió, "a través de la innovación alimentaria tenemos el poder de cambiar las cosas".
"El propósito depende de las personas y debe estar en continua evolución"
Una marca de ropa que "empodera a las mujeres y está comprometida con el medio ambiente", se definió desde el Cercle a Indi & Cold en su presentación. Cristina Villar, su cofundadora, se mostró "honrada" por el galardón y declaró que "supone un reconocimiento no sólo a un proyecto de vida, sino a todo un equipo".
Relacionó la distinción recibida con el propósito de la empresa, "con alma, honesto y donde la toma de decisiones se hace siempre siendo muy conscientes del impacto que éstas generan en las personas y en el planeta". "El propósito siempre depende de personas y debe estar en continua evolución, debe trabajarse día a día", añadió.
En esta misma línea puso en valor el “esfuerzo continuado de renovación” que guía a Indi & Cold y que, como “empresa madura” con una trayectoria en una industria “tan compleja y competitiva” como es la moda, “siempre hemos tenido claro que la clave está en la transformación”. Aquí invocó el "papel fundamental" de las nuevas generaciones en esta "capacidad de transformación y adaptación y en la negativa a acomodarnos".
Misión: matemáticas para todo el mundo
Ante el temor de que causan tradicionalmente las matemáticas en buena parte del alumnado, Andreu Dotti, CEO de Innovat, fue categórico en el propósito que guía el proyecto: "las matemáticas son para todos, no para una élite". La empresa empezó la actividad en 2017 y "nunca podíamos esperar un reconocimiento como el que ahora recibimos del Cercle, sólo seis años después", reconoció Dotti.
Su actividad se centra en el desarrollo de metodologías y recursos para facilitar el estudio de las matemáticas, materia troncal y fundamental para la formación de niños y niñas. "Intentar llevar la ciencia del aprendizaje de las matemáticas a las aulas y tratar de conectar la investigación con el día a día de los colegios", matizó el CEO.
Presentes en 1.750 escuelas de ocho países, Dotti explicó que un total de 350.000 alumnos utilizan entre cuatro y cinco horas a la semana su metodología, lo que "facilita la labor del profesorado en la didáctica de la asignatura", indicó. Con un equipo integrado por más de 300 personas que facilita que el proyecto "crezca y evolucione", no quiso dejar de agradecer a maestros y escuelas su colaboración: "sin ellos no hubiéramos llegado aquí".
MESA REDONDA START-UPS. ¿Qué necesita Barcelona para consolidarse como un hub tecnológico y emprendedor a nivel europeo?
Sesión moderada por Rita Almela, vocal de la Junta Directiva del Cercle d'Economia
Einat Magal, Ministerio de Innovación, Ciencia y Tecnología de Israel
Miquel Martí, CEO de Tech Barcelona
Natalia Olson, exasesora de Innovación y competitividad del presidente Obama. Directora de Plug and Play
Pau Solanilla, comisionado de Promoción de Ciudad. Ayuntamiento de Barcelona
"Una ciudad que tiene los activos que permiten competir globalmente: centros de investigación, universidades, talento, un ecosistema emprendedor ejemplar, una actividad empresarial consolidada y un sector público comprometido", analizó Rita Almela (Junta Directiva del Cercle d'Economia). Con “desafíos pendientes” en el acceso a la financiación (“¿cómo atraemos inversión internacional?”, inquirió) y el fomento de la colaboración y las sinergias entre start-ups y corporaciones y entre los sectores público y privado. Es necesario que “los centros de decisión y estratégicos de empresas locales e internacionales se instalen en la ciudad y que las start-ups no tengan que irse fuera en la búsqueda de los recursos y el acompañamiento necesarios para el crecimiento”, refiriéndose a la actual Barcelona emprendedora.
En Israel la industria tecnológica es responsable del 50% del volumen de exportaciones, su contribución al PIB es del 18% y ocupa el 11% de la población activa (un segmento éste que aporta el 30% de ingresos en materia de impuesto de las personas físicas). El valor estimado del conjunto de start-ups del país se cifra en 400.000 millones de dólares. Así lo precisó Einat Magal, del Ministerio de Innovación, Ciencia y Tecnología.
Magal alabó la capacidad emprendedora y los “inversores visionarios” que lo han hecho posible, con la “capitalidad tecnológica” de Tel Aviv como paradigma. Y reivindicó el papel gubernamental en los últimos cincuenta años, sobre todo a partir de la década de los 90 del siglo pasado cuando ante numerosas oleadas de inmigración con origen en la antigua Unión Soviética (con una cifra elevada de ingenieros altamente calificados llegados a Israel, reveló), se creó el programa público de incubadoras para aprovechar un talento tecnológico recién llegado desprovisto de conocimientos vinculados a la creación y gestión empresarial y, al mismo tiempo, carente de financiación. Avanzados los 90, siguió, el país abrió sus puertas a los fondos internacionales de capital riesgo para que invirtieran, junto al gobierno, en start-ups locales para impulsar su crecimiento y expansión internacional.
La representante de Israel defendió que "la industria de la alta tecnología se desarrolla cuando hay un ecosistema completo", con participación activa del sector público en aquellos ámbitos desatendidos por la iniciativa privada. En definitiva, lanzó la idea de que "el gobierno debe ser más factor facilitador que de liderazgo y que debe trabajar de forma conjunta con el sector privado y encontrar los incentivos adecuados". Con excelencia académica y capacidad en investigación y desarrollo como factores añadidos.
“Diálogo sincero” entre el sector público y el sector privado
Natalia Olson, exasesora de Innovación y competitividad del presidente Barack Obama, apostó por un "diálogo sincero" entre los sectores público y privado y por priorizar "actuaciones" en detrimento de "estrategias". De Barcelona opinó que "es el corazón del Mediterráneo", que "puede crecer en todos los sentidos" y que "debe aprovechar sus centros de innovación e investigación", junto con la "potencia" de los sectores biotech y medtech .
Su receta, surgida de su etapa en la administración pública estadounidense, pero también como directora de la plataforma de innovación abierta Plug and Play y de su experiencia en proyectos europeos para la activación económica y la innovación , pasa por "comercializar la innovación y la investigación" y por la "confianza" que deben depositar los gobiernos en el sector privado porque "las empresas saben invertir, desarrollarse y crecer", verbalizó.
Partidaria de “políticas públicas inteligentes” que faciliten que el sector público entienda mejor la forma de abrir nuevos mercados y que, de forma simultánea, contribuyan a impulsar “nuevos sistemas de innovación”, apuntó dos elementos suplementarios a considerar: incentivos fiscales para los nuevos proyectos de emprendimiento y mayor cooperación con el ámbito universitario.
Barcelona, inmersa en una "competición global por el talento digital"
CEO de Tech Barcelona y "uno de los principales impulsores del ecosistema emprendedor e innovador en Barcelona", de acuerdo Almela, Miquel Martí abanderó que la capital catalana ocupa la quinta posición como mejor ecosistema de start-ups de Europa , la segunda posición de la UE en cuanto a preferencias por parte de los emprendedores en la elección de la sede de la empresa y la segunda con más fundadores procedentes de la universidad.
"La ciudad está bien posicionada y hay activos", continuó. "Tenemos una gran marca, que hay que promocionar, vender y consolidar". “Contamos con entidades de apoyo a la emprendeduría relevantes, también empresas tractoras; hemos madurado en el ámbito de la inversión, que además se ha focalizado; las grandes universidades y escuelas de negocios promueven el talento, factor primordial; y debemos valorar la facilidad de acceso a emprendedores e inversores con experiencia, lo que crea un círculo virtuoso que se retroalimenta”, diseccionó. En cuanto a la nueva ley de start-ups, dijo que se “ha avanzado bastante”.
En lo que tildó de "competición global por el talento digital", adujo que exitoso pasa por "una educación de calidad, el impulso de la investigación básica y aplicada, y la innovación". Pero también por "la colaboración público-privada real, la disponibilidad de infraestructura y entorno empresarial y la capacidad de ofrecer oportunidades profesionales". Y "visión a largo plazo clara, determinada y compartida", sentenció Martí.
Barcelona es "competitividad, sostenibilidad y equidad"
Pau Solanilla, comisionado de Promoción de Ciudad del Ayuntamiento de Barcelona, defendió un “propósito compartido de ciudad” y “liderazgo y visión” desde el ámbito público (que ejemplificó con el 22@). Relacionó la aspiración de las “tres capitalidades” de Barcelona (mediterránea-euromediterránea; centro tecnológico de América Latina, de atracción de las tecnolatinas; y capital más asiática del sur de Europa) con las “tres conectividades”: “ mejor conexión física y digital, con mayores conexiones intercontinentales; inserción en las cadenas de valor global estratégicas, como la economía de los chips; y conectividad intangible o emocional, a través de la marca de la ciudad”.
Indicó que "Barcelona ha jugado bien la carta del urbanismo transformador", entendido como "palanca que habilita nuevos procesos en la ciudad" y que, en suma, "pone la pista de aterrizaje para que el sector privado se desarrolle" . Y que es clave "producir e importar talento" y formación en "habilidades". En materia de fiscalidad, admitió que "es un debate que desborda la ciudad".
Solanilla destacó la capacidad de atracción de eventos internacionales que "a la vez, se convierten en catalizadores": "el MWC ha generado ecosistema", expresó. "Somos un modelo de éxito en este ámbito", hizo notar. Desde la autocrítica –“nos falta impulsar algo la autoestima y hablar mejor de nuestra propia ciudad”–, definió el modelo Barcelona con la tríada “competitividad, sostenibilidad y equidad”.
La prosperidad de la industria high tech se consigue gracias a los emprendedores valientes que han entregado su alma a sus start ups y a los inversores que han creído en estas empresas.
Einat Magal
Barcelona es una gran ciudad en la que se puede combinar una gran calidad de vida con un futuro profesional prometedor.
Miquel Martí
En las últimas décadas, Barcelona ha sido catalizadora de eventos internacionales muy importantes que vienen a crecer, es una palanca muy interesante a tener en cuenta.
Pau Solanilla
Barcelona tiene una gran potencia porque se puede diferenciar y puede crecer en todos los sentidos: centros de investigación, innovación, biotecnología, etc.
Natalia Olson