El Contubernio de Múnich se celebró en 1962 con el objetivo de sumar esfuerzos entre los representantes de todos los partidos políticos europeos que compartían el espíritu de la democracia, la pluralidad política, los derechos sociales y la soberanía nacional. Un encuentro que se llevó a cabo para derrocar el franquismo y en un momento en que el régimen dictatorial trataba de avivar la llama, iniciando una propaganda hacia esta reunión.
De este encuentro internacional se plasmaron los principales valores europeos que marcan la identidad, el carácter y la esencia de los estados que la conforman, y que hoy, 60 años después, suponen un espejo sobre el que reflejarnos, unas pautas sobre las que aprender, y un modelo sobre el que mejorar, avanzar y respetar.
Con este motivo, el pasado día 7 de junio, acogimos un acto en reconocimiento a esta reunión que cambió el rumbo de Europa, guiándola por el camino de la democracia.
Con la intervención de:
Agustí Ulied resaltó la necesidad de hacer un homenaje a los 18 catalanes que participaron en el Contubernio de Múnich el 1962.
Múnich es el final de una época de la oposición antifranquista: los republicanos empiezan a asumir que la esperanza democrática no dependerá de la forma del régimen sino de la integración de España a Europa
Jordi Amat
Ante el peso que van logrando los partidos de extrema derecha y extrema izquierda hay que explicar que solo una Europa federal, fuerte y cohesionada, fiel a los ideales que inspiraron su creación, puede garantizar una paz en libertad
Concepció Ferrer
El Contubernio nació en un momento de crecimiento económico europeo, y en el que en Cataluña se reorganizó la manera de entender el mundo obrero
Oriol Junqueras
Múnich fue el chispazo que encendió el fuego democrático de la Transición. Una reunión impactante y plural, que el franquismo quiso estigmatizar con la definición 'Contubernio de Múnich' y la popularizó
Anna Balletbò