La escalada en la tensión entre Rusia y Estados Unidos ha aumentado el ritmo en las últimas semanas tal y como recoge Giuseppe Sarcina (Il Corriere della Sera). Anne Applabaum (The Atlantic), acusa a los errores de la diplomacia occidental como posible causa. Mientras Anastasia Edel (The New York Times), expone la crudeza del conflicto en primera persona en un artículo más que recomendable. Sala Ben (Financial Times), por su parte, intenta cambiar la óptica y trata de exponer cómo se vive el conflicto desde Ucrania.
La escalada incluye algunas incógnitas. Como cuáles serán los puntos de anillamiento de los contrincantes. China es uno de los actores claves en este panorama, por eso Ana Palacio (Project Syndicate) se pregunta si cambiará la relación entre chinos y rusos. Por su parte, David Garner (Financial Times) repasa cómo se están moviendo los actores de Oriente Medio en este conflicto. Pero donde más encontramos el foco está en la acción de las potencias europeas en el conflicto. Tanto Scholz, de quien Constanze Stelzanmüller (Financial Times) dice que le falta comprender la trascendencia del desafío, como Macron, que Daniel Cohen (Project Sydicate) nos recuerda que está marcado por las elecciones presidenciales, visitaron Putin. Un hecho que para algunos, como Mark Leonard (Project Sydicate), abre el interrogante de si este asunto unirá a Europa. Esperamos que sea más efectiva que la convergencia económica que, tal y como nos recuerda Virginie Melingre (Le Monde), es bastante lenta.
¿Cuál será finalmente el resultado de la escalada es otra de las grandes incógnitas? Por Bruce Stokes (Politico) podemos vernos evocados en un panorama de nueva guerra fría. Por su parte, Gillian Tett (Financial Times), trata de exponer los motivos de los tambores de guerra que resuenan. Todavía hay optimistas como Dmitri Treni (Financial Times), quien cree que existe una oportunidad pese a la amenaza de conflicto. En cualquier caso, según Bret Stephens (The New York Times), el conflicto desembocará un nuevo papel de Estados Unidos. Veremos cuál es finalmente el desencadenante. Pero, en la escalada, se está llegando a la cima.
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