El Cercle d'Economia os ofrece quincenalmente lecturas sobre temas de la actualidad económica, política y social.
Duelo de titanes
La magnitud, intensidad, extensión y letalidad de la pandemia del coronavirus Covid-19 es tal que la quincena se nos llena de datos, medidas y experiencias jamás conocidas. Este duelo entre la ciencia y la naturaleza, inédito en el último siglo y solo comparable con las grandes confrontaciones bélicas en cuanto a sus consecuencias económicas, se libra ahora en el epicentro de la economía global: Europa y Estados Unidos. De manera que ha desencadenado también un duelo de titanes, tanto en el análisis social como en el análisis económico.
Tres pensadores han lanzado su interpretación de esta pandemia y de sus derivaciones políticas y sociales. Y cada uno ha arrimado el ascua a su sardina, pero también han centrado el debate global. Slavoj Zizek ha aprovechado la coyuntura para dar por muerto al capitalismo, o por lo menos a cierta versión del capitalismo, y para anunciar -como propugna desde hace décadas- un nuevo advenimiento del comunismo. El coreano residente en Berlín, Byung-Chul Han, ha evidenciado las diferencias en la gestión de la crisis sanitaria entre Asia y Europa, en la que destaca una cierta fascinación por el autoritarismo chino, para acabar concluyendo que somos cada uno individualmente quienes, abandonando los intereses particulares, debemos reformular el capitalismo destructivo para salvar la economía y, de paso, el planeta. Desde la generosidad y la cooperación. El tercer coloso de la filosofía en pronunciarse ha sido el profesor Yuval Noah Harari, quien describe en el Financial Times el futuro del planeta posterior al coronavirus, destacando que las decisiones que tomemos en estos momentos de urgencias e incertidumbres serán decisivas en la construcción de ese futuro que ahora no vislumbramos.
También los titanes del análisis económico han saltado a la palestra. Nouriel Roubini, el doctor catástrofe desde 2008, augura una depresión económica de magnitud superior a la de la crisis financiera que dejamos atrás hace escasos años, y comparable en intensidad al crack de 1929, pero a una velocidad muy superior. En una línea no muy diferente, Mario Draghi propugna soluciones heterodoxas que van desde aceptar el crecimiento ilimitado de la deuda pública hasta la condonación de la deuda privada. En la misma línea de a grandes males, grandes remedios, Jordi Galí propone poner en marcha lo que llama el “dinero helicóptero”. Las dimensiones de lo que estamos viviendo han reverdecido también las ideas de la economista de la innovación Mariana Mazzucato, quien desde la última crisis colabora con Gran Bretaña, la Unión Europea y las Naciones Unidas.
El confinamiento nos invita al recogimiento, las lecturas nos ayudan, aunque el impacto emocional del momento no permite mucha lucidez.
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