En septiembre del año 2018 la asociación Confluència.cat puso en marcha El Món de Demà un espacio de reflexión que, más allá de la información o la opinión, quiere acumular conocimiento constructivo a través de la voz de académicos y científicos sociales jóvenes o responsables institucionales que no son voces habituales del debate público. Cada quince días El Món de demà está en el Cercle pondrá al alcance del socio un artículo valioso de la propuesta que esta plataforma pone en circulación.
Nuevos horizontes
Hace casi un siglo Ortega y Gasset publicó Misión de la universidad. Era el año 1930. Aquel libro ya establecía las tres misiones actuales de la universidad: docencia, investigación y transferencia de conocimiento. Sobra la tercera misión, en el transcurso de estos años, hemos podido ser testigos de cómo las universidades se esfuerzan a fin de que el conocimiento que generan no se quede en la torre de marfil sino que cree nuevas oportunidades al tejido empresarial y a la sociedad.
La ley Bayh-Dole de 1980 en Estados Unidos significó un punto de inflexión en materia de transferencia de tecnología, ya que permitía a los investigadores que pudieran participar de los beneficios económicos derivados de la comercialización de las patentes. De esta ley se derivaron leyes sucesivas en el estado español, que sirvieron de incentivos a la academia para transferir las tecnologías que desarrollan. Aun así, tanto en Catalunya como en el resto del estado, la valorización de la tecnología es una asignatura en la que las universidades podríamos sacar resultados mejores.
Evaluar la transferencia
Algunos de los factores que han sido determinantes para la buena nota en esta materia se describen a continuación. Con sus sombras pero también con sus luces:
Cambio de paradigma
En septiembre del 2017 Mariana Mazzucatto –profesora de Economía de Innovación y Valor Público y directora del Instituto para la Innovación y Propósito Público en la University College London– publicó el artículo “Mission-Oriented Innovation Policy: Challenges and Opportunities”. Su visión está sirviendo como base para el nuevo programa marco de investigación e innovación de la Comisión Europea -Horizon Europe-, que sitúa la Agenda 2030 de Naciones Unidas como marco más amplio.
Mazzucatto propone un cambio de paradigma en el sistema de innovación. En lugar de centrarse en determinados sectores, la política orientada a las misiones se focaliza en retos sociales que requieren la colaboración multisectorial de los diferentes actores que intervienen en la cadena de innovación: industria, academia y tercer sector.
Mazzucatto propone un cambio de paradigma en el sistema de innovación. En lugar de centrarse en determinados sectores, la política orientada a las misiones se focaliza en retos sociales que requieren la colaboración multisectorial de los diferentes actores que intervienen en la cadena de innovación: industria, academia y tercer sector. Este enfoque, a pesar de ser más innovador en Europa, no es completamente nuevo. La estrategia de hacer frente en común a un reto global fue lo que permitió, por ejemplo, que el hombre pisara en la luna. Las misiones están definidas, pero todavía no se disponen de los instrumentos para llevarlas a cabo.
Desde las universidades tenemos que estar preparados para afrontar estos retos. ¿Como?
Apostando por la investigación y la transferencia transdisciplinar, favoreciendo la creación de comunidades híbridas en cuanto a disciplinas e implicando a todos los actores de la cadena d’I+D+i. Siendo generosos y mirando hacia adelante, dejando de lado nuestras típicas capillitas y superando los egosistemas. Apostando por la generación de conocimiento conjunto, universidad-empresa, mediante nuevos modelos de co-creación como por ejemplo vía co-location centres, empresas en los campus con equipos de trabajo totalmente integrados, donde se comparten los éxitos pero también los riesgos. Apostando y elevando a la posición que les corresponde a las figuras de los mediadores tecnológicos o tech transfer experts de las Oficinas de Transferencia de Tecnología. Personas que, además de ser buenas conocedoras de la materia, son bilingües en el idioma de la empresa y la academia, capaces de identificar y catalizar oportunidades de negocio, aprovechando las redes internacionales.
Y sobre todo, conducir con las luces largas: transferir sí, pero mimando y apostando por la generación de conocimiento y la investigación fundamental, porque si no acabaremos matando la gallina.
Podéis consultar el resto de artículos del dossier #34 Transferencia de conocimiento de El Món de Demà aquí