El sistema de conocimiento, la innovación y el tejido empresarial son partes de una misma ecuación que debe permitir nuestro avance como sociedad mediante un intercambio conceptualmente generoso
Cristina Garmendia
En esta sesión del sesión del ciclo “Diálogos Empresa y Sociedad”, Cristina Garmendia, de la mano de Juan José Brugera, hace un repaso a su trayectoria profesional y comparte su experiencia y su visión, desde su formación como bióloga a su actual cargo como Presidenta de la Fundación Cotec, pasando por su faceta política, empresarial o su dimensión filantrópica, y teniendo como ejes los temas centrales de su carrera, que son temas centrales del mundo actual: la ciencia, la innovación, la tecnología, la biotecnología, la ética….
Los profesionales de la ética deben formarse en la técnica
Y lo hace resaltando, entre muchos otros aspectos de una sesión intensa, “el despliegue de nuestro sistema de investigación, basado en el talento y en unas políticas que sentaron las bases de un modelo adecuado pero que ahora, a raíz de la crisis, está muy dañado. A nivel presupuestario estamos cada vez peor. Los estados no pueden tener voz sin un sistema de ciencia y tecnología que los sustente. Debemos reparar los daños y retomar el impulso”; el hecho de que "Barcelona es una referencia europea en el mundo de la biotecnología. Se ha implementado un modelo que ha dado frutos e impacto y que atrae talento. El sector biomédico, en toda su cadena de valor, funciona muy bien" o explicitando una serie de necesidades: que los profesionales de la ética se formen en tecnología para poder afrontar los retos que la innovación presenta, que la ciudadanía adopte los triunfos de la ciencia teniendo en cuenta que su socialización es una asignatura pendiente en Europa, o bien la necesidad ineludible de “estar atentos a las grandes transiciones: la economía digital y su impacto, la economía circular, cuya implementación es ya imparable, la transformación en los flujos de inversión: de lo tangible a lo intangible…”.
Y la necesidad de tener radicalmente en cuenta que “el sistema de conocimiento, la innovación y el tejido empresarial son partes de una misma ecuación que debe permitir nuestro avance como sociedad mediante un intercambio conceptualmente generoso”.
