Juan José Brugera, Presidente del Cercle d’Economia, realizó en el arranque de la sesión un balance de la XXXV Reunión de la entidad y agradeció y presentó al encargado de su clausura: el Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, de quien destacó “su protagonismo en las negociaciones para garantizar la estabilidad y gobernabilidad en el Parlamento Europeo” y a quien agradeció que ejerza “la influencia que nos corresponde en la Unión Europea”.
La visión del Cercle sobre el conflicto catalán, la nueva cultura política del pacto, el malestar social y el rol de España en Europa
Brugera quiso realizar a continuación una serie de consideraciones “acerca de las prioridades de nuestra agenda pública”.
Sobre el conflicto catalán, el Presidente del Cercle afirmó que el año transcurrido desde la última Opinión de la entidad a propósito del autogobierno de Cataluña y del modelo territorial de Estado “no ha hecho más que certificar la necesidad de progresar en la orientación de aquel documento: la del diálogo, la transacción y el acuerdo”.
La actual fragmentación política ha enterrado aquel bipartidismo imperfecto que tanto facilitaba la gobernabilidad, pero la mayor pluralidad del nuevo Parlamento no puede constituir un obstáculo insalvable para desarrollar la acción de gobierno.
Juan José Brugera
Referido a continuación a la crisis, Brugera afirmó que ha alentado “una tentación populista que amenaza los mismos fundamentos de nuestras democracias liberales, enfrentadas al extraordinario reto de gobernar la globalización, conducir la revolución tecnológica y reducir la desigualdad”, y que esa tarea “solo puede responderse desde comunidades supranacionales como la Unión Europea”.
Tras lamentar que el buen comportamiento macroeconómico no haya logrado que “la cifra de desempleo o la precariedad de determinadas actividades dejen de ser inaceptables”, Brugera instó a los poderes públicos a “atender a esos colectivos tanto desde la política como desde las empresas”, y a que ese esfuerzo se compatibilice “con el estímulo de la actividad empresarial”.
A continuación, y de nuevo en clave europea, el Presidente del Cercle deploró que ciertas situaciones hayan alimentado “un sentimiento anti-europeísta que estimula opciones de carácter radical”, pero reivindicó a la vez que, simultáneamente, la UE “ha alcanzado logros que han alimentado un mayor compromiso de la ciudadanía con el proyecto europeo”, como “la gestión de la crisis del euro o del Brexit”.
La nueva legislatura europea tiene un gran reto por delante: dar sentido a un proyecto que no ha estado a la altura de las expectativas de sus ciudadanos. Para ello, se debería avanzar en una doble dirección: reforzar el papel de la Unión para defender los valores e intereses europeos en un contexto internacional, y dar respuesta a aquellas inquietudes ciudadanas que no pueden ser plenamente abordadas a nivel exclusivamente nacional, como la inmigración, la seguridad o el medio ambiente.
Juan José Brugera
Por último, Brugera se mostró convencido de que España tiene por delante la gran oportunidad “de asumir un papel más relevante en las instituciones europeas”, y que Europa a su vez necesita “voces como la nuestra para alcanzar sus objetivos” Y compartió también con los asistentes que “en unas semanas, se producirá un relevo en el liderazgo del Cercle”, y que con ocasión del mismo se cederá el testigo “a una tercera generación a la que le corresponderá contribuir a consolidarnos en el núcleo de una Europa cada vez más integrada”.
La necesidad de un avance social con justicia social
Tomó la palabra a continuación Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno de España, quien afirmó que “llevamos años hablando de que el mundo ha cambiado radicalmente y que debemos adaptarnos a él”, cuando en realidad lo que deberíamos hacer no es adaptarnos “sino construir el mundo que queremos”.
En el mundo que yo quiero trabajaremos menos porque los robots asumirán las tareas más desagradables, dedicaremos mucho tiempo a los que los filósofos llamaban la vida buena, no emitiremos CO2, curaremos el cáncer con la facilidad con la que hoy curamos la tuberculosis y nadie tendrá que cruzar continentes para llevar una vida digna.
Pedro Sánchez
Tras referirse al mundo que ambiciona como a un espacio en que impere “la libertad de conciencia, la democracia, la igualdad de género o el respeto a la diversidad”, Sánchez negó que ese fuera un anhelo distópico, sino algo al alcance de un proyecto político orientado “al avance social con justicia social” y que no tenga miedo a proclamar “que viene a cambiar el mundo”.
Compartir soberanía en lugar de levantar falsos muros es la única forma de garantizar el progreso y la prosperidad
Sánchez dedicó el siguiente bloque de su intervención a defender que España “es un gran país”, apoyándose en argumentos como que “somos el país más sociable para vivir y el más seguro para viajar, contamos con una de las mayores esperanzas de vida del mundo gracias a la dieta mediterránea y a nuestro sistema público de salud, y hemos sido además una referencia en conquistas sociales”.
El Presidente del Gobierno reivindicó asimismo que la sociedad civil española “se manifiesta ante privatizaciones, grita contra la homofobia, pide la igualdad de género y está a la vanguardia del turismo o las renovables”.
Eso no obsta que nuestro país “tenga también tareas pendientes”, de entre las que Sánchez destacó el corredor mediterráneo, al que se refirió como a “un desafío estratégico para el conjunto de la Unión Europa que culminará una necesaria conexión continental de Norte a Sur”.
España es una democracia consolidada con un poderoso y ejemplar estado de derecho, que ha sabido descentralizarse, compartir soberanía y que ha comprendido que no podemos levantar falsos muros y fronteras, y que compartir esa soberanía es la única forma de garantizar el progreso y la prosperidad.
Pedro Sánchez
Un nuevo tiempo para la política
Sánchez se refirió a continuación a que España acaba de ingresar en “un nuevo tiempo político” en el que tendremos que conjugar verbos “como anticipar, compartir, consensuar, ambicionar, avanzar, y, por qué no, soñar”. Y eso no podemos hacerlo cerrándonos en nosotros mismos, sino reconociendo que “Europa es nuestra otra patria”, y que compartimos con el resto de europeos “una misma visión del mundo y unos mismos valores y principios”.
Para reivindicar que “Europa no es un actor secundario” de la geopolítica mundial, Sánchez afirmó que “España está en disposición de dar un paso al frente en la protección del proyecto europeo”.
La agenda del cambio socialista
Sobre la situación política en España tras las últimas citas electorales, el Presidente del Gobierno afirmó que los altos niveles de participación han lanzado un mensaje muy claro: que nuestro país “quiere avanzar, y que quiere hacerlo con justicia social”.
Por eso, Sánchez afirmó estar determinado a convocar a “los representantes políticos, las instituciones públicas y la sociedad civil” para impulsar una gran agenda del cambio con tres objetivos: que la nuestra sea una economía “competitiva y sostenible”; con unas instituciones “limpias y transparentes”; y conducirnos hacia una sociedad “plural y más justa”.
Nuestra agenda del cambio se centrará en siete grandes líneas: crecimiento inclusivo y sostenible, apuesta por la formación del capital humano, transición ecológica y promoción del avance científico y tecnológico, creación de empleo y avances hacia un mercado laboral eficiente y justo, reducción de la desigualdad y protección del estado del bienestar, mejora de la calidad institucional, y aprender a gastar mejor en lugar de gastar más.
Pedro Sánchez
Sánchez se detuvo a continuación para declinar las siete grandes líneas de trabajo de esa agenda del cambio en acciones concretas “a fin de lograr la disciplina fiscal, una mayor cohesión social y territorial y la aprobación de reformas estructurales que nos permitan seguir creciendo”.
El Presidente advirtió además que estas acciones no están planteadas como una reacción “a los efectos adversos de la automatización o del cambio climático”, sino bajo la premisa de “mirar de frente al futuro”.
Sánchez habló también de la necesidad de “modernizar nuestros sectores productivos y de ganar productividad”, no solo cambiando las políticas activas de empleo y apostando por la FP dual, sino trabajando de forma más inteligente con el “fomento de ecosistemas de inteligencia artificial accesibles mediante infraestructuras digitales que permitan intercambiar datos y conocimiento”, y la apuesta “tanto por la industria 4.0 como por la nueva economía digital”
Tenemos un entorno único y talento a raudales, así que no creamos que el futuro de España está fiado a los trabajos temporales o de bajo valor añadido: no nos conformemos
Pedro Sánchez
En materia de relaciones laborales, Sánchez instó a “la redacción de un nuevo estatuto de los trabajadores del siglo XXI”, a la “racionalización del horario laboral”, a promover “una regulación específica para start-ups” y a conjurarnos para “aumentar la dimensión de nuestras pymes”.
El Presidente del Gobierno se refirió asimismo a la necesaria “transición ecológica” en un contexto en el que “la erosión del suelo se está comiendo más de 500 millones de toneladas de terreno al año en nuestro país” y en el que “la desertificación avanza a un ritmo imparable”.
En el camino que hemos emprendido es imprescindible la complicidad de un sector empresarial dinámico, al que pido abiertamente su compromiso.
Pedro Sánchez
En clave europea, Sánchez mostró la total sintonía de su ejecutivo con las cuatro grandes prioridades de la UE en la actualidad: “la protección de los ciudadanos y de sus libertades, el desarrollo de una base económica europea para tener un modelo de futuro, la construcción de un futuro más verde, justo e inclusivo, y la promoción de los intereses y valores europeos en el mundo”.
Tras referirse a los conflictos comerciales como a “guerras invisibles, pero en las que también hay víctimas”, Sánchez instó a superar las tentaciones proteccionistas de algunos países mediante la promoción “de los estándares europeos”.
A modo de cierre, el Presidente del Gobierno afirmó que “la sociedad española está preparada para pasar página” y salir de la rotonda “en que hemos dado muchas vueltas a problemas del siglo XIX con respuestas del siglo XX”.
La unión bancaria y el presupuesto común no pueden ser desiderátums
En el espacio dedicado al debate, Sánchez consideró que el mensaje lanzado por la ciudadanía el pasado 26 de mayo con ocasión de las elecciones europeas “fue alentador” y que “fortalece al proyecto europeo”: por primera vez en 20 años, aumentó la participación respecto a la anterior contienda electoral europea, y se ha conformado además un parlamento en que “necesitamos a más de dos familias políticas” para lograr mayorías.
De entre los consensos a los que debe llegar Europa en los próximos años, el Presidente del Gobierno consideró imperativo “culminar la unión económica y monetaria, que la unión bancaria no sea un desiderátum, y que podamos avanzar por fin hacia un presupuesto común para la zona euro”.