35RCE. Odeseína, la clave del progreso sostenible

No solo enfrentamos un calentamiento ambiental, sino también social: las sociedades se fragmentan, la desigualdad aumenta y no comprendemos el futuro. ¿Cuál es la solución? La Odeseína.

Cristina Gallach, Alta Comisionada para la Agenda 2030 del Gobierno de España, se refirió en la introducción a la sesión a esa agenda como “a una visión, pero también un plan y una caja de herramientas”. Combinada con los ODS, “crea un lenguaje compartido que nos permite saber de lo que hablamos al interactuar con quienes tenemos más cerca, pero también con países muy lejanos”.

Pere Navarro, Clara Arpa, Carlos Mataix y Cristina Gallach

Referida brevemente a qué ha hecho el Alto Comisionado desde su creación, Gallach apuntó que “nos hemos organizado, dotándonos de unas estructuras de gobierno fáciles, un consejo para la sociedad civil y una comisión nacional de próximo lanzamiento, hemos propuesto políticas, y hemos intentado movilizar a todos los actores de nuestra sociedad”.

Odeseína: la solución al calentamiento global y social en 17 comprimidos

Carlos Mataix, Director del Centro de Innovación en Tecnología para el Desarrollo Humano de la Universidad Politécnica de Madrid, afirmó a continuación que “la Agenda 2030 se declina en 17 objetivos, pero también en una declaración importantísima de 193 países y en una serie de acuerdos para hacer viable su implantación”.

Como civilización, quizás no tengamos mas oportunidades de contar con un acuerdo del calibre de la Agenda 2030 en un momento en el que estamos creciendo y en que hay estabilidad suficiente para llevar a cabo grandes transformaciones.

Carlos Mataix

Mataix apuntó a continuación que la transformación promovida por la agenda “ya ha comenzado en ciudades y comunidades que han hecho realidad espacios de relación nuevos”, y que existe un remedio para aquellas que todavía no han llevado a cabo esa transición: la Odeseína, “un tratamiento que se administra en 17 comprimidos y que no es un medicamento milagroso”.

Carlos Mataix

Siguiendo con la analogía entre ese fármaco imaginario y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, el ponente se refirió a la Odeseína como a “un tratamiento complejo”, pero, a la vez “el único realmente universal ante los retos que enfrentamos”. Su laboratorio son las Naciones Unidas, su desarrolló fue colaborativo y sus cápsulas se desdoblan “en 169 metas”. Estos comprimidos “interactúan además entre sí”, de modo que los efectos beneficiosos de una cápsula potencian los del resto.

Mataix recuperó a continuación el concepto empleado en su ponencia del día anterior por la Ministra de Economía, Nadia Calviño, sobre que debemos encaminarnos “hacia una transición justa”. Para el ponente, esta puede acarrearnos “algún efecto negativo en el corto plazo”, pero, a largo, será sin duda positiva en múltiples aspectos, entre los que Mataix se refirió a “la lucha contra la corrupción, la justicia social o la aplicación de la ciencia a la sostenibilidad”.

A modo de cierre, Mataix destacó la especial importancia de la cápsula 17, que “insta a formalizar alianzas para cumplir realmente con los ODS”. El fondo de ese comprimido entra en conflicto en ocasiones con los cimientos de nuestra sociedad, que a veces “no está diseñada para cooperar”, y por eso es importante promover y difundir “los beneficios de la colaboración” como única vía para cumplir las tareas que nos hemos encomendado para 2030.

La transformación de ‘la típica empresa española’ de la mano del Pacto Mundial

Habló a continuación Clara Arpa, CEO de ARPA y Miembro del Board UN Global Compact, para referirse en primer lugar a su compañía como a “la típica empresa española: industrial, familiar y con cinco décadas de historia a sus espaldas”.

En el momento de su llegada a la dirección en 2012, Arpa se preguntó cómo volver sostenible por lo menos por espacio de 25 años más una compañía metalúrgica en la que en aquel momento “predominaba el personal masculino” y en la que “solo se hablaba de horas extra”. La respuesta a esa pregunta vino de la mano de los ODS y del Pacto Mundial, y el primer paso para encaminarse en su dirección “fue matricular a cuatro integrantes de nuestro equipo en un curso de posgrado para expertos de RSC”. Tras incorporar esos conocimientos y transcurridos otros seis meses, ARPA trazó una primera estrategia empresarial “orientada a la sostenibilidad y alineada con la Agenda 2030”.

Clara Arpa

La compañía se adhirió además al Pacto Mundial y realizó una primera auditoría de punto de partida, “en la que nos sorprendió comprobar que cumplíamos más cosas de las que pensábamos”, lo cual se convirtió en un estímulo para empezar a acometer los distintos Objetivos de Desarrollo Sostenible uno por uno.

En nuestra compañía enseguida nos dimos cuenta de que, incluso en nuestro nicho de actividad, podíamos y necesitábamos contribuir a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, porque todos afectan en definitiva a cómo nos gestionamos, cómo consumimos y cómo producimos.

Clara Arpa

Arpa relató a continuación el proceso para la implicación de toda la compañía en ese camino hacia la sostenibilidad, que pasó “por la realización de entrevistas a toda la plantilla”, la impartición a la misma “de distintas formaciones”, y el análisis y replanteamiento de “todos nuestros procesos productivos”. Al cabo de ese proceso, “hoy ARPA ahorra un 35% de luz y un 48% de calefacción y aspira a que a finales de 2019 el 100% de su consumo se base en una puntera instalación fotovoltaica”, entre otros hitos en materia de reciclaje o de uso de plásticos.

Zona Franca: a la búsqueda de la sostenibilidad económica, el desarrollo socioeconómico, la integración urbana y la sostenibilidad

El siguiente ponente de la sesión, Pere Navarro, Delegado especial del Estado en el Consorci de la Zona Franca de Barcelona, afirmó que los esfuerzos de la entidad por ser más sostenible en su actividad corriente pasan actualmente por “mantener un diálogo constante con nuestros proveedores” o por “apostar por la economía circular”.

Navarro afirmó asimismo que, bajo su liderazgo, el consorcio quiere convertir a la Zona Franca en “un lugar más humano, agradable y con unos servicios más adecuados”. En ese esfuerzo, cuenta con una estructura de gobierno corporativo privilegiada, que el ponente atribuyó a “la clarividencia de quienes, hace un siglo, decidieron expropiar una parte del Delta del Llobregat para establecer un depósito franco que a esas alturas ya resultaba imprescindible para la promoción del comercio internacional en Barcelona”.

Pere Navarro

Esa clarividencia se combinó además con un amplio consenso “de ayuntamientos, cámaras o de la junta de obras del puerto” que hicieron posible una historia de éxito y que hoy la Zona Franca sea “una fábrica de oportunidades y de ideas”.

El actual plan estratégico del consorcio tiene 3 pilares: su sostenibilidad económica a largo plazo; la contribución al desarrollo económico y social del territorio; y la integración urbana y sostenibilidad medioambiental.

Pere Navarro

Navarro abordó en el último bloque de su intervención cómo el consorcio no se limita a la administración de un patrimonio, sino “a brindar al mismo valor añadido”. Ese esfuerzo pasa por “explorar nuevas tecnologías y nuevas formas de fabricar”, por ejemplo, “mediante el establecimiento de la primera incubadora de impresión en 3D”: una tecnología llamada “a revolucionar todo el proceso de producción y logística” y a volverlo además “mucho más sostenible por la ausencia de residuos”.

Otros de los actuales retos de la Zona Franca pasan por “integrarla más en la ciudad” para que los ciudadanos conozcan y aprovechen un espacio “con un tamaño equivalente al de 40 manzanas del Eixample barcelonés”, y por que se den en su contexto alianzas como las que el consorcio mantiene “con el puerto, el aeropuerto o Renfe”.

Del estado del bienestar al estado socioecológico

En el espacio dedicado al debate, Carlos Mataix reconoció que un proceso de transformación tan ambicioso como el que propone la Agenda 2030 “provoca resistencias que debemos encuadrar en la normalidad”, pero que “si seguimos por las trayectorias ya conocidas” no vamos a conducirnos al cambio transformador que realmente nos hace falta.

A la pregunta de cómo acometer el cambio cultural de una organización, Clara Arpa señaló que “lo primero es explicar a toda tu organización qué es el desarrollo sostenible, y que dejen de relacionarlo con colaborar con tal o cual ONG”. “En nuestro caso, resultó especialmente efectiva la alusión a que actualmente estamos consumiendo el equivalente a 1,7 planetas, y a que, si no cambiamos, en el 2030 vamos a estar consumiendo 2,5”. En su experiencia, “cuando la plantilla empieza a entender estos conceptos, empieza el cambio”.

Por último, Carlos Mataix consideró necesaria para llevar a buen puerto la Agenda 2030 una apuesta por “abrir nuestra información y favorecer un big data al servicio de la inteligencia colectiva”, porque “sin una red global de aprendizaje” estamos condenados a unos ciclos de innovación tradicionales que no avanzan a la velocidad que exige la situación crítica que atraviesa nuestro planeta.

A modo de cierre, la moderadora de la sesión, Cristina Gallach, afirmó que “la Agenda 2030 es una cosa de líderes, pero todos nosotros lo somos, sea en nuestras organizaciones, en nuestros equipos, o, simplemente, en nuestras familias”. Desde esa disposición de co-liderazgo, “es importante la movilización pública y la conexión”, que son los dos activos que nos conducirán “al efecto multiplicador deseado”.

Cristina Gallach

Para Gallach “tenemos por delante un camino espectacularmente intenso, interesante y fascinante mediante el cual pasar del actual estado del bienestar, complejo y surcado de desafíos, a otro socioecológico, que es el único que podrá perdurar y que será imposible sin la acción de todos”.

Odeseína, la clave del progreso sostenible

Resumen de la sesión con Pere Navarro, Carlos Mataix, Clara Arpa y Cristina Gallach

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Odeseína, la clave del progreso sostenible. Vídeo de la sesión con Pere Navarro, Carlos Mataix, Clara Arpa y Cristina Gallach