La desigualdad económica crea desigualdad política
Sandra León, politóloga y directora de la Oficina del Alto Comisionado para la lucha contra la pobreza infantil y Josep Ramoneda, filósofo y escritor, nos hablan de la desafección y el descrédito de la política en esta nueva sesión del ciclo "Cómo se salvan las democracias ", y señalan como la crisis de la democracia tiene mucho que ver con la pérdida de eficacia del sistema en garantizar el bienestar y la movilidad social. La desigualdad económica crea desigualdad política, y está comprobado que la gente que vive en entornos desfavorecidos participa menos en el sistema de representación.
Así, las dinámicas económicas de la democracia se vuelven incompatibles con la salvaguarda de la democracia misma
y se hacen necesarias, pues, intervenciones contundentes sobre la desigualdad en un momento en que, a pesar de que macroeconómicamente se ha vuelto a los datos de antes de la crisis, las fracturas socioeconómicas perduran y se reflejan en nuevas formas de vulnerabilidad.
Se ha de alcanzar, urgentemente y de manera definitiva, un equilibrio entre eficacia y legitimidad: eficacia para ejercer las funciones básicas del gobierno y garantizar el bienestar de los ciudadanos, legitimidad entendida como la capacidad para generar la percepción de que la democracia es el mejor sistema posible.