La sesión inaugural del ciclo “Como se salvan las democracias”, con la presencia de Víctor Lapuente, catedrático en el Quality of Government Institute de la Universidad de Gotemburgo, presentado por Laia Bonet, jurista, plantea, desde la frialdad del estudio estadístico, cuál debe ser la respuesta contra la intolerancia y la desafección hacia el sistema democrático, cómo, desde la debilidad se debe combatir esta realidad evidente, más evidente aún con respecto a las generaciones más jóvenes.
Porque lo que está claro es que a menos percepción positiva de la calidad y de la imparcialidad de las instituciones, más aumento del voto populista; que, desde la crisis, el respeto por los argumentos de los adversarios ha caído, ha aumentado el descrédito de las instituciones y ha disminuido la confianza en el gobierno propio; que, además de las reformas institucionales, formales, necesitamos reformas informales: la tolerancia por el adversario político, la autocontención institucional, no sólo aplicar la ley sino aplicar el espíritu de la ley.
Porque estamos inmersos en una ola creciente de autocratización que reafirma una realidad cruda: las democracias hoy en día no desaparecen a través de golpes de estado, sino de forma lenta e inadvertida.